El cambio de general manager ha hecho que la franquicia apriete el acelerador de una reconstrucción que, salvo sorpresa, necesitará otro año para ser efectiva.
Los Patriots han fichado estrellas en la agencia libre para formar un equipo aún más temible que el que ganó la Super Bowl y que quiere exprimir al Brady hasta la última gota.
Los Jets han trabajado a fondo para reinventar su secundaria, pero han dejado en ruinas el resto del equipo en busca del número 1 del draft sin complejos para reconstruirse en 2018.
El año pasado irrumpieron como uno de los grandes de la conferencia americana, pero la lesión de Derek Carr, su quarterback, dejó al desnudo las costuras del proyecto.
Con un nuevo staff y muchas dudas en el puesto de quarterback, los Broncos reiniciarán un nuevo proyecto en el que ya tienen bastante trabajo adelantado.