Tras una temporada irregular, con la sombra eterna del fichaje de un portero, Keylor ha vuelto a demostrar nervios de acero y mentalidad implacable.

Tras una temporada irregular, con la sombra eterna del fichaje de un portero, Keylor ha vuelto a demostrar nervios de acero y mentalidad implacable.

56’56’’, son los números símbolo de este partido que para que nadie fue bueno, el minutaje correspondiente al momento en que Iniesta deja el campo.

Nunca hay un Clásico relajado. Nunca hay un Clásico relajado. Hernández Hernández fue el número uno el año pasado y esta temporada no está tan dulce.

Pido con la ilusión de un niño que no sólo veamos el Clásico de Liga del próximo 6 de mayo. Independientemente de los colores, hay pocos espectáculos similares en la tierra.

Su suplencia, dolorosa para la grada del Madrid y reconfortante para la cintura de Busquets, fue otro ataque más de entrenador.

El Clásico se vio en 182 países, pero en unos más que en otros... y no me refiero al número de telespectadores. Cada uno se queda con el trozo de tarta que le resulta más familiar.

La hora a la que se jugó el Clasico se hacía extraña, pero al final fue estupenda. El 0-3 me recuerda a uno con gol de Calderé en el año 84.

Arrinconado por los éxitos del Madrid y dañado en términos de proyección mundial por el adiós de Neymar, el Barça necesitaba que el foco mundial volviese a girar hacia él.

Zidane cae en un error cuando en conferencia de Prensa justifica su empeño obsesivo con Benzema asegurando que “es el mejor” o que va a defenderle “hasta la muerte”.

Página11