La Supercopa escenificó el estado de dos equipos en situación opuesta. Un Madrid que pareció fuerte y fiablle y un Barcelona con un fútbol sometido a graves carencias.
Pocas veces he visto más indignados a los madridistas. Nadie discute que Cristiano se equivocó al empujar "levemente" al árbitro en el Camp Nou.
Tremenda victoria del Madrid en el Camp Nou
Es generoso decir que el diagnóstico del Barça es preocupante. Su falta de poderío contrasta dolorosamente con cada exhibición de un Madrid fresco y nuevo.
Juan Cruz analiza lo más relevante del mundo del deporte ocurrido durante la semana pasada con especial atención al Barcelona y Real Madrid.
Kroos no saldrá en el resumen del Clásico pero con su altísimo porcentaje de pases buenos y sus pocas pérdidas consiguió que el Madrid llegara al último tercio con varias posibilidades de remate.
Cristiano llega muy forzado. Umtiti le pone el cuerpo pero llega tarde y se cae. No busca el penalti. No es motivo de segunda amonestación.
La solución está en casa y con paciencia. Pero esta es una cualidad que brilla por su ausencia en una entidad enloquecida que empieza bajo la antigua premisa del nuñismo.
Sé que aún hay que rematar la faena el miércoles en el Bernabéu. En fútbol nada es imposible. Pero va muy bien encaminado el segundo título del Sextete anhelado.
Buen partido del Madrid. Merecido resultado; el Barça se opuso con una grave descomposición anímica, que condujo al equipo a una importante falta de concentración.