La sombra de Di Stéfano es alargada. En el juego, en la ambición y en la fuerza. Lástima que Cristiano Ronaldo no traduzca en palabras la herencia del legendario Don Alfredo.

La sombra de Di Stéfano es alargada. En el juego, en la ambición y en la fuerza. Lástima que Cristiano Ronaldo no traduzca en palabras la herencia del legendario Don Alfredo.
Fue limando los nervios del rival, respaldado por una muchedumbre entusiasta, que multiplicaba por muchos dígitos la asistencia de fieles madridistas.
Cristiano sólo ha jugado 42, lo que no le ha impedido firmar un prodigioso promedio superior al gol por partido (lleva 43).