El jugador titular es el que se alinea habitualmente en el once inicial. No tiene sentido decir que un jugador “es hoy titular”.
La acentuación esdrújula “márchamo” no es correcta. Esta palabra procede del árabe, donde significaba “hierro para marcar”
Los futbolistas no han de salvar ningún impedimento para salir a jugar. Una zanja que rodeaba el terreno de juego está en el origen de esta expresión.
Se trata de un pleonasmo como “hoguera de fuego” o “aro redondo”. Es más ruidoso un pitido que un silbido, y por eso no decimos “silbada”.
Esta expresión empezó a usarse en los años cuarenta del siglo XX. Es perfectamente correcta, pero el Diccionario de la Academia no la recoge.
La Academia prefiere la forma esdrújula pero no rechaza la otra. El origen de la palabra tiene que ver con la madera seca.
En los años cincuenta se decía “jugar al balón”, antes de que se impusiera el anglicismo “fútbol”. También se empleaba “pelotón”, como en la famosa frase de Belauste en 1920.
Cualquier hispanohablante competente sabe que ahí hace falta un subjuntivo. Se necesitan creativos dispuestos a componer musicales originales y letras correctas.
El sufijo “-azo” ha sido muy fecundo en el lenguaje periodístico. En México y Argentina se dice “alberca” y “pileta”, un freno para la expresión española.
La pronunciación más aproximada de “Germain” no es la que suelen usar los periodistas. Lo curioso es que en la mayoría de los casos se dice bien “San” (por Saint)