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Así los veo: previa NFL 2017 de los Miami Dolphins

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Voy a partir de una premisa con la que un gran grupo de vosotros no estará en absoluto de acuerdo: Ryan Tannehill puede ser un quarterback muy bueno. Pero ahora nada de eso importa y todo lo bueno que pueda decir de Tannehill se ha ido a la basura después de que decidiera no operarse de su lesión en los ligamentos en la rodilla que sufrió en la recta final de la pasada temporada y buscara una recuperación menos invasiva. Durante el training camp la rodilla volvió a avisar de que no está en buen estado y no le ha quedado más remedio que operarse, con lo que se perderá toda la temporada 2017. El equipo tuvo que sacar del retiro a Jay Cutler a la desesperada, que era el único quarterback disponible con un mínimo de talento para ser titular en la NFL. Sin embargo, la sensación es que ese fichaje no será suficiente para salvar los muebles en un equipo que aspiraba a dar mucha guerra y que ahora parece tener la temporada perdida.

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Jay Cutler es un quarterback de vuelta, que hace tiempo que perdió la ilusión, y que el año pasado sufrió una lesión de hombro, de esas que suelen reaparecer una y otra vez y merman el rendimiento físico de un quarterback que ya de entrada tiene una tendencia natural a pasar por la enfermería a las primeras de cambio. Sin embargo, no jugó mal en 2015 cuando Adam Gase fue su coordinador ofensivo en Chicago y ese es un punto a su favor, y el motivo fundamental del reencuentro.

La clave de todo el rendimiento global de los Dolphins estará en la mentalidad con la que Cutler acometa esta temporada. Conociéndole, puede pensar que le ha tocado la lotería y que ganará diez millones caídos del cielo antes de incorporarse a sus labores de analista en la FOX con un año de retraso. Si esa es su actitud, muy probablemente será Matt Moore quien termine la temporada como titular. Pero Cutler es profundamente vanidoso, y cree que es mucho mejor de lo que todo el mundo piensa. Por eso, puede pensar que si rubrica una buena temporada en Miami tendrá 35 años y un posible último gran contrato sobre la mesa en 2018 de cualquier equipo necesitado; o incluso de los Dolphins si la recuperación de Tannehill no es satisfactoria. Todos tenemos en la memoria un Cutler errático al que le daba igual todo, pero si de verdad se enchufa, podría sorprendernos e incluso llevar a los Dolphins a las mismas cotas que esperaban alcanzar con Tannehill… Aunque yo no apostaría en Las vegas por eso.

Adam Gase le dio la vuelta a la franquicia

Pendientes del rendimiento que puedan ofrecer Jay Cutler o Matt Moore, deberán encomendarse a la varita mágica de su entrenador. La llegada de Gase al Miami no fue sencilla. El equipo perdió cuatro de sus primeros cinco partidos y su única victoria llegó en el tiempo extra frente a los Cleveland Browns (vaya tela). Sin embargo, a partir de mediados de octubre el doctor Jekyll se convirtió en Mr. Hyde y los Dolphins solo perdieron dos de sus once últimos partidos, aunque luego, en wild card, se rindieran miserablemente ante los ‘Señores del Acero’.

Ese récord final tiene aún mayor mérito porque su defensa contra la carrera fue todo el año inexistente por culpa de que su línea de linebackers fue horrenda. Ganar partidos con el hándicap sobre el control de reloj que supone sufrir tanto defendiendo la carrera tiene un mérito importante. Si en 2017 consiguen detener esa sangría, pueden sobrevivir con un buen récord incluso sin Tannehill.

Los linebackers para abrir el draft

Como era de esperar, se volcaron en reconstruir el grupo de linebackers ya desde la agencia libre. Renovaron a Kiko Alonso, que a veces tiene más capacidad para aparecer en los highlights que para rendir realmente en el campo, y que acumula un largo historial de lesiones pese a que el año pasado consiguió mantenerse sano; cortaron a Jelani Jenkins, que estuvo horrible; ficharon a Lawernce Timmons, con 31 años, que el año pasado tampoco estuvo muy acertado en los Steelers... Todo lo anterior no suena demasiado bien, pero el auténtico órdago llegó en el draft, donde dedicaron sus dos primeras rondas a reforzar la posición. En primera llegó Charles Harris, un linebacker exterior muy explosivo que debería formar una pinza letal para los quarterbacks rivales con Cameron Wake. En segunda eligieron a Raekwon McMillan, un linebacker especialista en defender la carrera. Si han acertado con los movimientos, el front seven de los Dolphins puede dar un gran salto de calidad a poco que Wake y Suh sigan tan locos como hasta ahora y sin olvidar el fichaje de Williams Hayes para el end derecho donde Mario Williams, que no seguirá, fue inoperante en 2016.

El otro agujero defensivo de los Dolphins estaba en el safety. Reshad Jones es una gran estrella, pero Abdul-Quddus ha sido cortado no tanto por su rendimiento, que no fue malo, sino por una lesión en el cuello que parece crónica. En la agencia libre ficharon a T.J. McDonald, que se perderá ocho partidos por sanción, y a Nate Allen, que o es ninguna estrella aunque debería ser titular. Por último, eligieron con una compensatoria de tercera ronda del draft a Cordrea Tankersley, que para muchos analistas es uno de los robos del draft y que puede formar con Byron Maswell y Xavien Howard un trío de cornerbacks con mucho futuro.

Se mantiene el tridente de receptores

Adam Gase debe estar muy seguro de que ya tenía mimbres suficientes en su ataque para tener éxito en los próximos meses porque durante esta offseason ha tocado muy poquitas cosas. En la agencia libre solo fichó a dos tight ends, Anthony Fasano y Julius Thomas, para sustituir a Jordan Cameron, que anunció su retirada. Incluso se dio el lujo de traspasar a Branden Albert a los Jaguars, porque iba a ser un lujo innecesario con Laremy Tunsil ocupando el tackle izquierdo. Pero justo ahí, en la línea ofensiva, puede estar el talón de Aquiles de este equipo. Tunsil y Ja’Wuan James pareen un seguro de vida en los tackles, pero Mike Pouncey, el center, no para de arrastrar lesiones y ahora tiene un problema serio de cadera. Para colmo de males, ni siquiera está claro quién terminará siendo el left guard titular, aunque por ahora parece que Steen será el elegido, y Bushrod es un mal menor en la derecha.

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Sí que ha sido más importante la renovación de Kenny Stills, que parecía imposible antes de abrirse el mercado. Creo que es uno de los movimientos más inteligentes del equipo. Junto a Jarvis Landry y DeVante Parker forma uno de los mejores tridentes de receptores de toda la NFL. Los tres han conseguido una compenetración extraordinaria, vuelven locas a las secundarias rivales, abren y cierran el campo a placer, cruzan rutas con mucha intención y Adam Gase está consiguiendo hacer diabluras con su libro de jugadas gracias a ellos. Si Jay Cutler o Matt Moore son mínimamente competitivos, y Jay Ajayi sigue encadenando partidos con más de 200 yardas de carrera, el ataque de Miami puede seguir siendo muy peligroso e imprevisible.

Adam Gase parece estar dotando a los Dolphins de la personalidad de la que han carecido durante un cuarto de siglo y Ryan Tannehill parecía el primer quarterback competente del equipo desde la retirada de Marino. Después de tanto tiempo, los aficionados volvían a ver la luz con un equipo que sí parecía preparado para empezar a entrar en postemporada con regularidad en los próximos años, pero que está abonado a las desgracias y tras la lesión de Tannehill ha cambiado radicalmente sus objetivos para 2017, ahora centrados en confirmar que ha conjuntado un bloque muy potente que puede aspirar al anillo en cuanto vuelva a tener un quarterback de verdad tras el center.

Mi pronóstico

Creo que los Dolphins sí estaban listos y tenían una plantilla competitiva para entrar en el grupo de favoritos de la Americana si Tannehill hubiera estado sano. Aparentemente, Jets y Bills están varios escalones por debajo y el calendario de Miami no parece complicado a priori, aunque sí está salpicado de equipos en reconstrucción cuyo rendimiento es una incógnita. Creo que con Tannehill al ciento por ciento podían haber aspirado hasta a pelearle el título divisional a los Patriots, pero con Jay Cutler como quarterback será complicado que puedan ser así de competitivos, pese a Adam Gase.

TODAS LAS PREVIAS DE LOS EQUIPOS LA NFL 2017 A UN CLICK

CONFERENCIA AMERICANA

AFC Este

Previa New England Patriots

Previa Miami Dolphins

Previa New York Jets

Previa Buffalo Bills

AFC Norte

Previa Baltimore Ravens

Previa Cincinnati Bengals

Previa Pittsburgh Steelers

Previa Cleveland Browns

AFC Sur

Previa Houston Texans

Previa Jacksonville Jaguars

Previa Indianapolis Colts

Previa Tennessee Titans

AFC Oeste

Previa Kansas City Chiefs

Previa Denver Broncos

Previa Oakland Raiders

Previa Los Angeles Chargers

CONFERENCIA NACIONAL

NFC Este

Previa New York Giants

Previa Philadelphia Eagles

Previa Washington Redskins

Previa Dallas Cowboys

NFC Norte

Previa Minnesota Vikings

Previa Green Bay Packers

Previa Detroit Lions

Previa Chicago Bears

NFC Sur

Previa Tampa Bay Buccaneers

Previa New Orleans Saints

Previa Carolina Panthers

Previa Atlanta Falcons

NFC Oeste

Previa San Francisco 49ers

Previa Seattle Seahawks

Previa Arizona Cardinals

Previa Los Angeles Rams

Voy a partir de una premisa con la que un gran grupo de vosotros no estará en absoluto de acuerdo: Ryan Tannehill puede ser un quarterback muy bueno. Pero ahora nada de eso importa y todo lo bueno que pueda decir de Tannehill se ha ido a la basura después de que decidiera no operarse de su lesión en los ligamentos en la rodilla que sufrió en la recta final de la pasada temporada y buscara una recuperación menos invasiva. Durante el training camp la rodilla volvió a avisar de que no está en buen estado y no le ha quedado más remedio que operarse, con lo que se perderá toda la temporada 2017. El equipo tuvo que sacar del retiro a Jay Cutler a la desesperada, que era el único quarterback disponible con un mínimo de talento para ser titular en la NFL. Sin embargo, la sensación es que ese fichaje no será suficiente para salvar los muebles en un equipo que aspiraba a dar mucha guerra y que ahora parece tener la temporada perdida.

Jay Cutler es un quarterback de vuelta, que hace tiempo que perdió la ilusión, y que el año pasado sufrió una lesión de hombro, de esas que suelen reaparecer una y otra vez y merman el rendimiento físico de un quarterback que ya de entrada tiene una tendencia natural a pasar por la enfermería a las primeras de cambio. Sin embargo, no jugó mal en 2015 cuando Adam Gase fue su coordinador ofensivo en Chicago y ese es un punto a su favor, y el motivo fundamental del reencuentro.

La clave de todo el rendimiento global de los Dolphins estará en la mentalidad con la que Cutler acometa esta temporada. Conociéndole, puede pensar que le ha tocado la lotería y que ganará diez millones caídos del cielo antes de incorporarse a sus labores de analista en la FOX con un año de retraso. Si esa es su actitud, muy probablemente será Matt Moore quien termine la temporada como titular. Pero Cutler es profundamente vanidoso, y cree que es mucho mejor de lo que todo el mundo piensa. Por eso, puede pensar que si rubrica una buena temporada en Miami tendrá 35 años y un posible último gran contrato sobre la mesa en 2018 de cualquier equipo necesitado; o incluso de los Dolphins si la recuperación de Tannehill no es satisfactoria. Todos tenemos en la memoria un Cutler errático al que le daba igual todo, pero si de verdad se enchufa, podría sorprendernos e incluso llevar a los Dolphins a las mismas cotas que esperaban alcanzar con Tannehill… Aunque yo no apostaría en Las vegas por eso.

Adam Gase le dio la vuelta a la franquicia

Pendientes del rendimiento que puedan ofrecer Jay Cutler o Matt Moore, deberán encomendarse a la varita mágica de su entrenador. La llegada de Gase al Miami no fue sencilla. El equipo perdió cuatro de sus primeros cinco partidos y su única victoria llegó en el tiempo extra frente a los Cleveland Browns (vaya tela). Sin embargo, a partir de mediados de octubre el doctor Jekyll se convirtió en Mr. Hyde y los Dolphins solo perdieron dos de sus once últimos partidos, aunque luego, en wild card, se rindieran miserablemente ante los ‘Señores del Acero’.

Ese récord final tiene aún mayor mérito porque su defensa contra la carrera fue todo el año inexistente por culpa de que su línea de linebackers fue horrenda. Ganar partidos con el hándicap sobre el control de reloj que supone sufrir tanto defendiendo la carrera tiene un mérito importante. Si en 2017 consiguen detener esa sangría, pueden sobrevivir con un buen récord incluso sin Tannehill.

Los linebackers para abrir el draft

Como era de esperar, se volcaron en reconstruir el grupo de linebackers ya desde la agencia libre. Renovaron a Kiko Alonso, que a veces tiene más capacidad para aparecer en los highlights que para rendir realmente en el campo, y que acumula un largo historial de lesiones pese a que el año pasado consiguió mantenerse sano; cortaron a Jelani Jenkins, que estuvo horrible; ficharon a Lawernce Timmons, con 31 años, que el año pasado tampoco estuvo muy acertado en los Steelers... Todo lo anterior no suena demasiado bien, pero el auténtico órdago llegó en el draft, donde dedicaron sus dos primeras rondas a reforzar la posición. En primera llegó Charles Harris, un linebacker exterior muy explosivo que debería formar una pinza letal para los quarterbacks rivales con Cameron Wake. En segunda eligieron a Raekwon McMillan, un linebacker especialista en defender la carrera. Si han acertado con los movimientos, el front seven de los Dolphins puede dar un gran salto de calidad a poco que Wake y Suh sigan tan locos como hasta ahora y sin olvidar el fichaje de Williams Hayes para el end derecho donde Mario Williams, que no seguirá, fue inoperante en 2016.

El otro agujero defensivo de los Dolphins estaba en el safety. Reshad Jones es una gran estrella, pero Abdul-Quddus ha sido cortado no tanto por su rendimiento, que no fue malo, sino por una lesión en el cuello que parece crónica. En la agencia libre ficharon a T.J. McDonald, que se perderá ocho partidos por sanción, y a Nate Allen, que o es ninguna estrella aunque debería ser titular. Por último, eligieron con una compensatoria de tercera ronda del draft a Cordrea Tankersley, que para muchos analistas es uno de los robos del draft y que puede formar con Byron Maswell y Xavien Howard un trío de cornerbacks con mucho futuro.

Se mantiene el tridente de receptores

Adam Gase debe estar muy seguro de que ya tenía mimbres suficientes en su ataque para tener éxito en los próximos meses porque durante esta offseason ha tocado muy poquitas cosas. En la agencia libre solo fichó a dos tight ends, Anthony Fasano y Julius Thomas, para sustituir a Jordan Cameron, que anunció su retirada. Incluso se dio el lujo de traspasar a Branden Albert a los Jaguars, porque iba a ser un lujo innecesario con Laremy Tunsil ocupando el tackle izquierdo. Pero justo ahí, en la línea ofensiva, puede estar el talón de Aquiles de este equipo. Tunsil y Ja’Wuan James pareen un seguro de vida en los tackles, pero Mike Pouncey, el center, no para de arrastrar lesiones y ahora tiene un problema serio de cadera. Para colmo de males, ni siquiera está claro quién terminará siendo el left guard titular, aunque por ahora parece que Steen será el elegido, y Bushrod es un mal menor en la derecha.

Sí que ha sido más importante la renovación de Kenny Stills, que parecía imposible antes de abrirse el mercado. Creo que es uno de los movimientos más inteligentes del equipo. Junto a Jarvis Landry y DeVante Parker forma uno de los mejores tridentes de receptores de toda la NFL. Los tres han conseguido una compenetración extraordinaria, vuelven locas a las secundarias rivales, abren y cierran el campo a placer, cruzan rutas con mucha intención y Adam Gase está consiguiendo hacer diabluras con su libro de jugadas gracias a ellos. Si Jay Cutler o Matt Moore son mínimamente competitivos, y Jay Ajayi sigue encadenando partidos con más de 200 yardas de carrera, el ataque de Miami puede seguir siendo muy peligroso e imprevisible.

Adam Gase parece estar dotando a los Dolphins de la personalidad de la que han carecido durante un cuarto de siglo y Ryan Tannehill parecía el primer quarterback competente del equipo desde la retirada de Marino. Después de tanto tiempo, los aficionados volvían a ver la luz con un equipo que sí parecía preparado para empezar a entrar en postemporada con regularidad en los próximos años, pero que está abonado a las desgracias y tras la lesión de Tannehill ha cambiado radicalmente sus objetivos para 2017, ahora centrados en confirmar que ha conjuntado un bloque muy potente que puede aspirar al anillo en cuanto vuelva a tener un quarterback de verdad tras el center.

Mi pronóstico

Creo que los Dolphins sí estaban listos y tenían una plantilla competitiva para entrar en el grupo de favoritos de la Americana si Tannehill hubiera estado sano. Aparentemente, Jets y Bills están varios escalones por debajo y el calendario de Miami no parece complicado a priori, aunque sí está salpicado de equipos en reconstrucción cuyo rendimiento es una incógnita. Creo que con Tannehill al ciento por ciento podían haber aspirado hasta a pelearle el título divisional a los Patriots, pero con Jay Cutler como quarterback será complicado que puedan ser así de competitivos, pese a Adam Gase.