En el Dakar hay que comer cuando hay comida, pero después de dos semanas fuera de casa, hay inventos que ya no se toleran.
La falta oxígeno a 3.600 metros de altitud es evidente. Cualquier cuesta en el paseo más corto termina causando fatiga.
En Arequipa, última estación del rally en Perú, la altitud (más de 2.300 metros) ya se deja notar.
Las últimas ediciones del Dakar habían resultado un tanto descafeinadas en su recorrido por diferentes motivos, algunos fuera del control de sus organizadores
Las comodidades de la base aérea de Las Palmas han terminado y la competición entra en el desierto seco de arena blanda de Perú.
La ciudad de Lima ha recibido a la caravana del Dakar en su 40º edición. Por delante, 14 etapas donde los participantes recorrerán un total de 9.000 kilómetros.
Son 40 años ya. Ahí es nada. Cuatro décadas de Dakar, una de mis competiciones favoritas cada temporada, que aguardo impaciente por todo lo que nos ofrece a los aficionados al motor.