El partidazo de Isco en Gijón resalta su peculiar situación en el Madrid. No había manera de detenerle y gobernó el partido con una autoridad sin límites.
PorSantiago Segurola

El partidazo de Isco en Gijón resalta su peculiar situación en el Madrid. No había manera de detenerle y gobernó el partido con una autoridad sin límites.
Es evidente que los alemanes se jugarán esta baza como último intento para voltear en el Bernabéu una eliminatoria que ahora mismo la tienen en japonés.
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