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Los franceses se salieron por la tangente para denominarlo “juego decisivo”. Lo que no procede es llamarlo “muerte súbita”, porque se puede perder y continuar jugando.

Regreso de Barcelona, de nuestro acto central del cincuentenario de AS. Regreso de un encuentro feliz, del que ya tendrán noticia.

Fuimos seis intervinientes. Seis, como la foto de la barca, y se pudo percibir el mismo acuerdo que entonces.

La anécdota de Federer y Nadal ha contribuido a extender una traducción literal del inglés. Hasta ahora no se decía “partidos de caridad”, sino “partidos benéficos”.