Claro que me acuerdo de Paul. Era un tío estupendo. Afable, dialogante con los compañeros, muy campechano, con personalidad y, además, un excelente futbolista.
Mucha presión para Lewandowski, pero tendrá que librarse de ella como sea. Es el momento. Es el escenario. Es el partido. Ahora o nunca.
Es el momento de demostrar que Zidane no es sólo un líder de vestuario que cae bien a sus jugadores, sino muchísimo más: un inmenso entrenador.
Nuestro corresponsal en Alemania, un bávaro berrendo en bético llamado José Carlos y apellidado Menzel, nos trajo ayer a Breitner de visita a As
Ni Isco ni Nacho quieren perderse el partido más importante del año. Zidane jerarquizó tras el 2-1 al Leganés la trascendencia del duelo con el Bayern.
Desde el año 2000 para acá casi todos los recuerdos ante el Bayern son gratificantes. Uno de los artífices de ese cambio en esta rivalidad tan desigual hasta entonces fue Anelka.
Peter Tempel, embajador de Alemania en España, analizó en As la eliminatoria de semifinales de Champions entre Bayern y Real Madrid