Imagino que la Real Sociedad aprovechará la noche de San Juan, en la que se intentan quemar todos los malos deseos que se han tenido durante el año.
El léxico del baloncesto va llegando al fútbol y a otros deportes. Los anglicismos crudos se relacionan con el prestigio de todo lo que viene de Estados Unidos.
El circuito de Indianápolis consta de cuatro rectas y cuatro curvas. El término ‘oval’ procede del latín ‘ovum’ (huevo) y evoca esa forma.
El fútbol italiano no tiene nada que ver con ese elemento químico tan valioso. Ese nombre entronca con el juego primitivo que se disputaba en Florencia.
Esta expresión se refiere en el cine al equipo que rueda las escenas de riesgo. El precedente más lejano se halla en el lenguaje militar.
Los comentaristas de Fórmula 1 están perdiendo la oportunidad de ser referentes del buen uso del español.
Si usted pone en Google Imágenes esa palabra, le saldrán sólo barandillas. Se puede comprender el error, pues en ese saludo inicial se van dando la mano todos.
Incluso quien tenga nociones de inglés se quedará perplejo al escuchar esta expresión. Casemiro o Xabi Alonso encajan con ese concepto, pero no Kroos.
Este adjetivo no equivale a “pobre”, “despreciable”, “insuficiente” o “escaso”. La palabra procede de Pirro, ganador de batallas que más le habría valido no empezar.
El himno del Sevilla contiene una expresión que la Academia desaconseja. Curiosamente, se repite en canciones de Juanes, Cómplices y Camilo Sesto.
Ese verbo se ha venido vinculando en español con palabras que evocan la violencia. ¿Diríamos que Federer y Nadal se tienen un odio deportivo?.
World Press Photo
Imágenes ganadoras del World Press Photo del deporte
En algunos países de Hispanoamérica dicen "Supertazón" y "mariscal de campo". El "quarterback" equivaldría en fútbol al cerebro del equipo, al organizador