Amaury Vergara dedica emotiva carta a la memoria de su padre
Amaury, al final de la celebración eucarística ha subido al estrado para leer una carta dirigida a su padre, en la que le agradece el ejemplo dado.
La misa en honor a Jorge Vergara, en el Estadio Akron, ha estado cargada de momentos emotivos. Uno de los más especiales es la intervención de su hijo, Amaury. Al final de la celebración eucarística ha subido al estrado para leer una carta dirigida a su padre, en la que le agradece el ejemplo dado, relata anécdotas desconocidas y promete honrar su legado.
“Te dirijo estas palabras de mi corazón porque quiero que el mundo sepa el gran amor que te tenemos todos los que vivimos contigo. El amor y cariño que te mereces siempre. Querido padre, tú que siempre me enseñaste que tenerle miedo a la muerte era un error, que en cualquier momento y sin saber te salía un tiburón por la coladera. Tú me decías ‘el miedo no sirve para nada’. La verdad es que durante mucho tiempo no comprendía que no se podía vivir una vida sin miedo y hoy lo entiendo muy bien”, inicia Amaury.
“Quiero que todo el mundo sepa el padre que fuiste, lo que es verdaderamente un maestro de amor y de lucha. Espero que esto que te escribo le pueda servir a cualquiera y tu ejemplo de vidas siga inspirando a muchos a ser mejores personas y por consecuencia tengamos un mundo mejor. Hace falta muchas más personas como tú en este plantea. Nunca me educaste con miedo, nunca me pegaste, nunca me hiciste sentir menos, siempre me diste explicaciones. Tus lecciones eran cortas y contundentes, pero llenas de sabiduría. Una sabiduría que no he conocido en nadie más. No eran metáforas, ni explicaciones místicas, ni rollos sobre el por qué de las cosas, simplemente eras didáctico en todos los sentidos, conciso, pero abundante de sentido común. No había forma de no aprender de ti”, añade.
Enseguida, entra a un terreno más personal, en el que habla de la vida familiar que tuvieron. “Aunque tú y mi mamá se separaron cuando estábamos chicos, jamás hablaste mal de mi mamá, nunca contaminaste nuestra percepción de ella y siempre se trataron con respeto. Lograste que todas mis hermanas y yo fuéramos unidos. Nos trataste a todos por igual y a cada uno de nosotros nos regalaste una parte especial de atención y de tu amor, que honestamente sigo sin comprender cómo lo hacías al mismo tiempo que atendías a miles de personas todos los días. Eres un fuera de serie”, afirma.
Revela la desconocida anécdota del día en que salieron descalzos a la calle. “Estar contigo me hacía fuerte y seguro de sí mismo. Un día me llevaste a comprar música, libros y películas como lo hacíamos muchos domingos. Me inculcaste un amor por la música, la lectura y el cine que hoy en día alimenta mi alma. Te dije que no quería ponerme zapatos y salir descalzo. Si tú también te resistías a usar zapatos lo más posible, nunca lo habías hecho en la calle. Salimos a un centro comercial completamente descalzos y aunque la gente nos miraba, tú veías hacia adelante quitado de la pena, seguro de ti mismo. Nunca supe si lo hiciste solo para enseñarme a nunca tener pena de quiénes éramos, hoy estoy seguro que así fue”, detalla.
“Me enseñaste el perdón. Conociste a Rossana después de mi madre y eso nos causó mucho trabajo, después volviste con ella y aunque cometiste muchos errores, te perdonaron, me demostraste que el amor lo supera todo. No puedo estar más agradecido con los dos por amarse de esa forma, porque te fuiste de este mundo conociendo el verdadero amor, el incondicional. El perdón fue de las últimas grandes lecciones que nos diste en vida”, asevera.
“A Rossana siempre le agradeceré por acompañarte en tan difícil etapa en donde venciste la oscuridad de tu vida. Papá, lo lograste y si tu cuerpo lo resintió, yo sé que tu alma trascendió en esta vida. Me regalaste la joya más preciada de la consciencia, que es vivir una vida con valores, luchar apasionadamente por loq que sueñas y deseas, porque nos lo merecemos. Todos y cada uno de nosotros nos merecemos la felicidad y el éxito”, sentencia Amaury Vergara.
Asegura, que jamás vio a su padre vencido, por más que su última etapa de vida haya sido complicada. “Estar contigo era sentir que todo era posible. ¿Cómo? Les voy a decir cómo: jamás hablabas negativo, por tu mente simplemente no existía el por qué no, siempre era un cómo sí y un por qué sí. Siempre hablabas del futuro como si fuera un hecho y genuinamente convencido. Jamás te vi deprimido o derrotado, aun en los momentos más difíciles, ni siquiera el último día que te fuiste. Eso lo tienen que saber todos”, continúa.
“Gracias a ti estoy seguro que todo es posible en esta vida. Sé que hacer el bien siempre estará por encima de hacer el mal. El que obra mal, se le pudre el tamal. Que cuidar a la gente es una vocación hermosa. Aplicaste a la perfección cada una de tus frases: un día sí y el otro también. Trabajaste hasta el último día, como lo prometiste y eso también lo tienen que saber todos. Tú creaste todo este amor hacia ti, que toda esta gente venga hoy a desearte bien camino. Gracias por traerme a este mundo. Gracias por enseñarme lo único que verdaderamente importa en esta vida: trascender a través de los demás”, detalla.
Y finalmente, hace una promesa a su padre, fallecido el pasado 15 de noviembre en la ciudad de Nueva York. Honraré siempre tu existencia, tu legado. Estoy agradecido con Dios por ser tu hijo. Lo tuyo es nuestro por convicción y cumpliré mis promesas hacia ti, que ahora son sueños míos porque será un verdadero honor y una inspiración en mi vida. Te amo. Buen camino”, concluye Amaury Vergara