Raúl González: "Me considero entre los cinco mejores deportistas"
El doble medallista olímpico en Los Ángeles '84 (oro en 50 km. y plata en 20) repasó su carrera y su legado. "Sé que hice una historia deportiva que tuvo trascendencia".
Raúl González (China, Nuevo León, 1952) fue autor de uno de los momentos dorados del deporte mexicano. Él y Ernesto Canto gobernaron con puño de hierro la marcha de 20 y 50 kilómetros durante media década. El reinado llegó a su apogeo en Los Ángeles. Aquella soleada tarde del 3 de agosto de 1984, el Memorial Coliseum presenció cómo la dupla mexicana rebasó en los primeros dos lugares la meta de la prueba de 20 kilómetros. Solo siete centésimas les separaban. González se colgó la plata. Pero pronto obtendría revancha. Era ahora o nunca. Solo siete días después, el neoleonés tocó el cielo a trote cadencioso, decidido. Tres horas, 47 minutos, 26 segundos que hicieron valer 17 años de trabajo incansable, 140,000 kilómetros recorridos y muchos más sacrificios: "Obviamente, fue el día más maravilloso de mi vida".
A la distancia, Raúl González contempla su legado con orgullo (oro y plata en Juegos Olímpicos; bicampeón panamericano en 50 kilómetros, triple campeón del mundo en la misma distancia, dos platas panamericanas; 11 marcas mundiales, cuatro que él mismo rompió en los 50). "Han pasado los años y lo que hicimos sigue siendo insuperable. Es, verdaderamente, una satisfacción muy grande", reflexiona en entrevista con AS, consciente de su lugar en el 'Olimpo' deportivo mexicano: "Creo que entre los mejores... ahí estoy, modestia aparte (...) Me considero entre los cinco deportistas mexicanos que hicieron época en nuestro país".
González sabe que su posición como referente lo exhorta a seguir trabajando por el bien del deporte mexicano. "Sé que hice una historia deportiva que tuvo una gran trascendencia (...) Pero, más que otra cosa, a parte de cualquier vanidad, lo único que me obliga es a continuar por un camino de búsqueda de metas que transcienda para bien". Y ya ha puesto manos a la obra en ello. Fue director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte entre 1988 y 1994, presidente de la Liga Mexicana de Béisbol de 2002 a 2004 y director del Instituto Estatal del Deporte de Nuevo León desde 2015 hasta 2018.
El sueño de una vida
Raúl González recuerda vivamente cada detalle de aquel glorioso 11 de agosto de 1984. Despertó a las 4 am, desayunó en la Villa Olímpica; ya tenía preparado con antelación su vestimenta y calzado, todo acomodado estratégicamente; se trasladó al Memorial Coliseum a las 7 am y comenzó con sus ejercicios de calentamiento. "Hice la misma rutina de siempre. No improvisé nada. Hice lo mismo que durante tantos años (...) Los cinco minutos antes del disparo son los más tensos", recuerda el marchista. Después de los nervios, cuando la carrera empezó, todo comenzó a fluir. La preparación de tantos años rindió frutos. No hubo espacio para la improvisación, al menos desde inicio. "Comencé a relajarme y a desarrollar todo eso que uno planificó por mucho tiempo. Eso fue lo que hice. Luego siempre hay detalles que corriges sobre la marcha". Era ahora, o nunca. "Ya había estado en tres Juegos Olímpicos (...) Tenía muchas cosas que había logrado, pero la verdad, lo que te hace transcender es la medalla de oro". Y la logró.