7 Cosas que no conocías de Pedro Arce, refuerzo del América

Pedro Arce Latapí es el cuarto refuerzo de las Águilas del América, sin embargo, pocos conocen al mediocampista mexicano, es por ello que en AS te presentamos algunos datos que quizás no conocías acerca del nuevo jugador de los azulcremas.

1. Surgió de las Fuerzas Básicas del Puebla

Arce Latapí surgió en las fuerzas básicas del conjunto camotero, sin embargo, nunca logró debutar con la 'Franja' y se fue muy temprano al Viejo Continente, donde probó fortuna con varios equipos de distintos países de Europa.

2. Es conocido como el 'Iniesta mexicano'

En varias ocasiones, el futbolista se ha identificado con el estilo de juego del mediocampista español del Barcelona, e incluso confesó que Iniesta es su jugador favorito. Es por ello que Arce siempre soñó con ser el Iniesta mexicano, y el apodo se le ha quedado.

3. Primer Sueño frustrado

Cuando se encontraba libre buscando equipo en el Viejo Continente, apareció una oferta para jugar en la Segunda División de Polonia con el Flota Swinoujscie, sin embargo, debido a que no contaba con su visa, al final nunca pudo viajar a tierras polacas para cumplir su sueño europeo, al menos no en ese momento.

4. Perfil

El mediocampista de contención Pedro Arce Latapí, nació en Saltillo, Coahuila el 25 de noviembre de 1991 y mide 1.65 metros. 

5. Nunca ha jugado en ninguna división en México

A pesar de haber surgido de las fuerzas básicas de los Camoteros de Puebla e incluso haber entrenado con la Sub 20 de los Camoteros, nunca logró debutar. Es por ello que América, será su primera experiencia en México.

6. Pudo ser compañero de Ochoa en el Ajaccio

Es increíble pero cierto, Arce pudo haber sido compañero de Guillermo Ochoa, pues cuando el arquero mexicano se encontraba en el club galo, Arce fue invitado para realizar pruebas con el club, sin embargo, al final, el propio futbolista confesó que se cancelaron las pruebas y el sueño se volvió a escapar.

7. Su llegada a Europa

Su sueño de ir a Europa llegó de una manera inesperada, pues cuando se encontraba en Puebla, le llegó una oportunidad de jugar un torneo patrocinado por la Fundación Marcet en Barcelona, donde dejó una gran impresión y por ello se quedó en el Viejo Continente.