Vicente del Bosque no lo dudó. Nada más proclamarse campeón del mundo con España, dedicó el triunfo a la gran familia del fútbol español.

Vicente del Bosque no lo dudó. Nada más proclamarse campeón del mundo con España, dedicó el triunfo a la gran familia del fútbol español.
Como tantos otros, recuerdo con afecto mi primera bici. Me la compraron crecedera y la hice durar muchos años. Como tantos otros, de cuando en cuando le cambiaba algo.
Rara vez la lista de la Selección nos procura una sorpresa grande. Alguna vez, sí, una novedad no muy esperada, pero no explosiva, o un descarte más o menos inesperado y polémico.
Los dos títulos del Madrid abren tres consecuencias: las supercopas de Europa y España, y el Mundialito. Más diversión.
La ciudad se esponjó ayer para recibir y aclamar a sus héroes futbolísticos, orgullosa de su nueva conquista.
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