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La gran familia de Vicente

Vicente del Bosque no lo dudó un instante. Nada más proclamarse campeón del mundo con España en el Soccer City de Johannesburgo, el seleccionador dedicó el triunfo a la gran familia del fútbol español. Del Bosque se acordó de toda la gente que se dedica al fútbol en nuestro país. Pensó en los entrenadores formadores, en todas esas personas anónimas y con espíritu amateur que hacen que el fútbol funcione en todas las categorías y a todas las edades. Del Bosque quiso constatar que su éxito fue el triunfo del trabajo bien hecho en una industria que hacía cumbre ganando su primer Mundial.

Aquel día nos sentimos todos campeones del mundo. Y la gente del fútbol sintió el título como suyo gracias a que el seleccionador les hizo partícipes de la mayor gesta. Aquella Selección fue premiada con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes en 2010. En su discurso al recoger aquel premio, Del Bosque destacó los valores de aquel grupo de campeones: “El esfuerzo, el sacrificio, el talento, la disciplina, la solidaridad y la modestia”. Esos mismos valores le llevaron a sacar de la mano en el mismo acto a su predecesor en el cargo Luis Aragonés para reconocerle su participación y hacerle partícipe de aquel éxito como a toda la gran familia del fútbol español. Aquel fue un gesto impresionante que demuestra la gran talla humana de Vicente.