La anécdota de Federer y Nadal ha contribuido a extender una traducción literal del inglés. Hasta ahora no se decía “partidos de caridad”, sino “partidos benéficos”.
PorÁlex Grijelmo
La anécdota de Federer y Nadal ha contribuido a extender una traducción literal del inglés. Hasta ahora no se decía “partidos de caridad”, sino “partidos benéficos”.