Acabó el partido en un San Mamés resonante y lus jugadores se abrazaban satisfechos, nobles, con el sentimiento del deber cumplido
PorAlfredo Relaño
Javier R. Beltrán
Javier R. Beltrán
Acabó el partido en un San Mamés resonante y lus jugadores se abrazaban satisfechos, nobles, con el sentimiento del deber cumplido