La anterior semifinal del Mundialito me pareció un petardo, por su mal juego y su suciedad. Pero esta me pareció interesante por la forma en que la ilógica lógica del fútbol desafió el pronóstico.
Cinco minutos contra el Sevilla bastaron para devolver la sonrisa al chaval y volvió a asomar el espectacular futbolista que deleitó en los primeros partidos de la temporada.
Si Mayoral marca casi siempre que le dan la titularidad y eso no le vale para entrar en el once por delante de Benzema, ¿qué papel iba a tener el recién llegado? Suplentísimo.
Un punto de amargura que sabe a vinagre. Nos complica mucho la cosa hasta el extremo de que ahora hay que ponerse todos las pilas para evitar perder la cuarta plaza...
Todos los madridistas estaremos atentos al Valencia-Barcelona. Los de Marcelino están desplegando el mejor fútbol. Eso permite darles un voto de confianza...