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El fútbol femenil es otro deporte

Ciudad de México

Hace unos días mi prima me preguntó: "¿Por qué crees que el fútbol femenil no ha prosperado?" La pregunta está formulada con una aseveración que pienso da muchísimo para el análisis. ¿Es verdad? ¿El fútbol femenil no ha prosperado?

Según la FIFA, el fútbol femenil es el deporte de mayor crecimiento en los últimos diez años. De hecho, el máximo organismo ha puesto dinero y medios para fomentar el interés, subir el nivel, las ventas y la inversión a una rama del deporte que se tenía olvidada y que ahora parece ser más rentable económicamente y atractiva deportivamente de lo que se creía.

Además, podría desmitificar la hipótesis de que el fútbol de mujeres no prospera con que ya hay fútbol femenil. Increíblemente tuvimos que llegar al Siglo XXI para que en nuestro país existiera la posibilidad para que una mujer pudiera dedicarse al deporte más popular del mundo. Llegamos tarde, muy tarde, pero llegamos.

Otro error que creo se comete es verlo como un deporte ya existente. Desgraciadamente, el fútbol femenil tiene un atraso cultural e histórico importante. Es por eso que no se le puede medir como al fútbol varonil; debe ser medido como una disciplina distinta y nueva, porque lo es. No sé puede comparar la inversión, la estructura, el sistema, el talento, el impacto en medios, el semillero de talentos y un grandísimo etcétera con el futbol varonil, porque sería sumamente injusto.

El fútbol varonil lleva más o menos 78 años siendo profesional en nuestro país, desde la temporada 1943-1944. No hay comparación contra cinco años del fútbol femenil que, por cierto, ha tenido un crecimiento sustancial en audiencia y aceptación. Actualmente, todos los equipos de la Liga Femenil tienen un contrato con una televisora mexicana, lo que ha hecho crecer las transmisiones en un 600% de la primera temporada, según datos de IBOPE.

Son 496 jugadoras registradas en la Liga MX, entre las que hay 15 extranjeras con un promedio de edad de 22.6 años, un dato que demuestra lo joven de este deporte. Hay un hueco, muchas generaciones perdidas, porque mujeres que por talento, interés y edad podrían estar jugando, tuvieron que escoger alguna otra profesión u oficio por no tener la opción de ser futbolista profesional. Es decir, todavía no podemos hablar de tener una generación del fútbol femenil profesional en México, para eso necesitamos mínimo 10 años. Apenas vamos a la mitad.

Los avances han sido muchos, pero hay objetivos próximos a cumplir. Los principales deben ser los salarios y las condiciones laborales. En México algunos equipos pagan $10,000 pero hay jugadoras que ganan $3,000. No es suficiente para vivir, una jugadora todavía no puede depender únicamente de su sueldo de futbolista para sobrevivir. La inversión debe hacerse, porque si crece el pastel crece para todos.

Si el fútbol femenil se ve como un producto con vida propia, y no como un departamento del varonil, los resultados serían propios. Tendría procesos individuales y un crecimiento exponencial. Las marcas deben verlo como una inversión a un nuevo deporte, una inversión a largo plazo, porque entonces las expectativas y el rendimiento serían justos para la realidad de esta nueva modalidad.

El fútbol femenil en nuestro país es un cohete que va en ascenso. Nutrirá a la selección, que con el poco apoyo y la falta de estructura y sistema, ya ha dado buenos indicios. México será potencia de un deporte que está surgiendo en el mundo con fuerza. El fútbol femenil es otro deporte.