Necaxa empató con Querétaro en la jornada 15 del Guardianes 2021
Los Rayos y los Gallos Blancos brindaron uno de los peores partidos en lo que va del Guardianes 2021 y terminaron empatados sin goles en Aguascalientes.
Necaxa ya no tiene ganas de hacer algo, de no morirse de nada, en este Guardianes 2021 y Querétaro no tiene con con qué, así que el resultado en el estadio Victoria no podía ser otro que el aburrido empate sin goles que brindaron ambos equipos en el arranque de la jornada 15.
En la cancha se toparon el peor equipo de la temporada, el que barre el fondo de la tabla general, y los Gallos, que portan la poca digna marca de 18 partidos de visitante sin poder ganar fuera de casa. Así que nada por la cual la paupérrima actuación en el Victoria nos pudiera sorprender.
A Necaxa le urge que se acabe la temporada, y lo dejan patente sus jugadores en el campo: desolados, sin idea, alejados por completo de la intención de hacerle daño al rival. Los necaxistas saben que se viene la liga tras esta desastrosa campaña y muchos de sus futbolistas ya tienen la mente en otro lado, tienen las maletas ya en la puerta y sus actuaciones en la cancha son infames.
Guillermo Vázquez no pudo ser el revulsivo para este equipo, ante Querétaro le volvió a mover a sus piezas y luego, sobre la marcha, intentó recomponer. Pero no, a este equipo nada ni nadie lo iba a recuperar y Memo deberá también estar pensando ya en la próxima campaña.
El VAR aún fue complaciente con los Rayos. A los 53 minutos, marcó un contacto del defensor queretano Omar Mendoza como mano y llegó la oportunidad para el Necaxa vía penal. Rodrigo Aguirre fue el encargado de cobrar desde los once pasos, pero envío su disparo a reventar el poste, matando la ilusión de la nación rojiblanca.
Querétaro, dentro de zona de repechaje, entendió muy bien que el punto, a estas alturas del torneo, le viene como oro molido, así que no se salió del script y aguantó a un rival que ni siquiera tenía ganas de hacerle algo.
Asi se fue el resto del encuentro, con un equipo que ya tiene la cabeza en la playa y otro que sigue haciendo cuentas con el ábaco, aunque sepa que, con lo que tiene, le alcanzaría para casi nada en el repechaje.