A pesar de que el país pasa por una pandemia de coronavirus, la tradicional ofrenda de Día de muertos no puede faltar, ya que es una forma de honrar y celebrar a los muertos entre la población mexicana. Una forma de darle la bienvenida a los familiares que regresan del más allá.

El día de muertos es una de las celebraciones más importantes del país, la cual inició en la época prehispánica y culto a los difuntos, donde la intención era encaminar el alma hacia el espacio-tiempo.

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Los elementos que no pueden faltar en la ofrenda

La Ofrenda del Día de Muertos, es una forma de compartir con los difuntos las bebidas y comida favorita que tenían en vida. En la ofrenda también se colocan algunos objetos como juguetes, para los menores de edad que perdieron la vida.

Un elemento fundamental en la ofrenda de día de muertos, y que no puede faltar es un altar lleno de significado místico,  con pan de muerto;  sal, que de acuerdo a la tradición purifica; agua para que los difuntos que vienen no se queden con sed, velas encendidas, son las que alumbran el camino de los muertos; cruz de ceniza, para que las almas lleguen hasta el altar; copal o incienso para ahuyentar a los malos espíritus. Previo al regreso de los familiares, el papel picado representa el aire, el altar lleva un petate para que los muertos descansen; Cempasúchil, que representa al Sol; la comida preferida del difunto, su fotografía y claveras.
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