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Madre del “Bofo”, el ángel que lo guió a la gloria con Chivas

Adolfo Bautista recordó la lamentable noticia del fallecimiento de su madre y su lucha interna, para sacar todos los sentimientos en un campo de fútbol.

MéxicoActualizado a
Madre del “Bofo”, el ángel que lo guió a la gloria con Chivas
MEXSPORT/JAVIER GARCIAMEXSPORT

Aquella mañana de enero, en 2006, dejó una profunda y dolorosa huella. Adolfo Bautista entrenaba en Verde Valle cuando ingresó al campo de entrenamiento una persona ajena al equipo. Era el primo del “Bofo”, quien le llevaba la triste noticia: Cristina Herrera Dorantes, madre el futbolista de Chivas, había fallecido. Habló brevemente con el técnico Hans Westerhoff y se retiró.

Adolfo salió de la casa rojiblanca entre lágrimas. Sus compañeros no entendían lo que pasaba. Fue hasta el final de la práctica cuando el entrenador holandés les comunicó lo que había ocurrido. Cristina la etapa de vida terrenal, pero se convirtió desde ese momento en el ángel que supo guiar a su hijo durante el resto de sus días.

Fueron momentos complicados. “Ese torneo ya quería olvidarme del futbol... no quería jugar. Incluso los profes que estaban, me insistían que fuera a entrenar. Duré como 15 días encerrado en mi casa. Regresé y fue un torneo complicado”, recordó el futbolista, muchos años después de aquella trágica etapa que le tocó vivir.

Poco después, encontró la fuerza para seguir. Reapareció el 1 de febrero, en el partido de Vuelta del repechaje de la Copa Libertadores, Chivas enfrentó al  Colo Colo. Bautista marcó el último gol y Chivas avanzó. Lo celebró de rodillas, entre lágrimas, con la mirada fija en el cielo. Un festejo emotivo, dedicado a Cristina. En la espalda del “Bofo”, una leyenda: “My Angel”. Encontró así la guía que lo conduciría por siempre.

Era importante anotar gol, tenía muchas cosas que quería sacar y era importante regresar a jugar. Qué bueno que metí gol porque saqué muchas emociones que traía dentro y ahora me siento más tranquilo. Disfruté el regreso al futbol. El gol me quitó mucha tensión y solté todo”, dijo Adolfo Bautista en 2006, después de aquel encuentro ante los chilenos.

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A partir de ese momento, “Bofo” dedicó cada partido a la memoria de su madre. Se sobrepuso a un semestre sumamente complicado. Recuperó el entusiasmo por estar en la cancha. Y recordó una promesa pendiente que tenía con su familia: ser campeón con Chivas. La oportunidad la tuvo el torneo siguiente. Guadalajara llegó a la Vuelta de la gran Final ante Toluca con el global empatado.

“Fue un momento muy difícil porque a principio de año había fallecido mi mamá. Yo siempre en cada partido, antes de jugar, le hablaba cuando iba en el camión. Ella me deseaba mucha suerte, que me fuera bien y me decía que metiera goles. Ese día íbamos en el camión y le quería hablar... me acordé que ya no estaba. Pasó algo muy raro, porque de repente me quedé dormido y me conecté con ella. Empecé a platicar y ella me decía que todo lo que hiciera, lo hiciera con amor, que ese partido ella tenía fe que yo iba a meter gol”, recordó Bautista en una entrevista reciente.

Cada partido se lo dedicaba y eso fue muy especial, porque me conecté con ella. Le dije que ese partido se lo dedicaba y que, primero Dios, íbamos a ser campeones. Por eso llegué al estadio con mucha emoción y convencido de que iba a meter un gol. No sabía si íbamos a ser campeones, pero iba a meter un gol dedicado para ella”, relató el “Bofo”.

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El 10 de diciembre de 2006, Chivas había arrancado en desventaja la Vuelta. Empató con gol de Francisco Javier “Maza” Rodríguez y al ‘69, un ángel iluminó al “Bofo” Bautista. Alberto Medina profundizó por el costado izquierdo. Tocó hacia atrás, a la llegada de Adolfo. El zurdazo fue de primera, cruzado, raso... glorioso. Se anidó en las redes. El rojiblanco explotó en llanto. La mirada en el cielo y el grito cargado de sentimiento: “¡Mamá, mamá!”.

Se me salieron las lágrimas por todo lo que traía encima, al haber perdido a lo que más quería en la vida. Después del partido, empecé a platicar con ella, me decía que me quería mucho, que había cumplido mi sueño de jugar, que lo disfrutara, que ella estaba conmigo, como diciéndome que era mi ángel”, concluyó el “Bofo”.

Adolfo Bautista no quería saber nada del futbol cuando perdió a su madre. Pero fue ella quien le devolvió la fuerza para volver. También fue su guía para llevarlo hasta la gloria con Chivas, club en el que “Bofo” tiene ganado un lugar en la historia. En gran parte, gracias a su ángel.