Tras meter un autogol, Charly Rodríguez habló con su papá en el descanso
En la final de ida, el América se adelantó en el marcador gracias a que el futbolista de Rayados anotó en propia en puerta. Ante ello, su papá le marcó.

Anotar un autogol, en plena final, en tu estadio, ante tu gente y frente a uno de los equipos más importantes del país, debe ser un fuerte golpe para cualquier futbolista. Un gancho al hígado fulminante.
Nadie entendió por qué Carlos Rodríguez, el mediocampista del Monterrey, no despejó el balón rematado por Viñas con la pierna derecha, la buena, y cambio decidió retorcerse para pegarle de zurda y mandarla al fondo de su propio arco.
Fueron minutos de pesadilla para la joya de Rayados que, a pesar de que su equipo alcanzó a empatar antes de que acabara el primer tiempo, llegó molido anímicamente al vestidor para el descanso.
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Dicen que cuando con temple no alcance, ahí estará la familia. Y sí. Ya en el vestidor, Rodríguez recibió una llamada telefónica de su papá, Rubén, quien lo ha apoyado desde niño en su carrera y es gran ídolo de Charly. Los testigos dicen que la llamada fue muy breve, apenas un minuto. Pero las palabras de aliento que recibió por parte de su padre, fueron bálsamo puro para el jugador de Rayados que salió fortalecido a enfrentar la segunda mitad de la ida de la gran final ante América.
Terminado el partido, disfrutando las mieles del triunfo, Charly también le daría mérito a sus compañeros por ayudarlo a levantarse rápido del golpe que significó el autogol: "Todos me apoyaron, me dijeron que a cualquiera le podía pasar, que no pasaba nada, lo importante era darle vuelta a esto y creo que lo hice", señaló.

