Sorprende al “Satánico” ausencia de luchadores para adiós del “Perro”
Pese a que se trata de una leyenda de la lucha libre mexicana, hubo diversos atletas que no asistieron al funeral.
En la capilla donde se realiza la misa de cuerpo presente, el dolor es de la familia. Pero compañeros de profesión, pocos. “El Satánico”, “Maldad” y “Khan” han acudido a la despedida de don Pedro “Perro” Aguayo, en la ciudad de Guadalajara. Y el “abandono” produce sorpresa, porque se trata de una leyenda de la lucha libre.
“Me sorprendió, precisamente acabo de hacer el comentario con mi esposa ahorita que estaba saliendo de la capilla. No hubo compañeros, desgraciadamente muchas veces pasa que están en gira, nos agarra a veces desprevenidos, no con el tiempo necesario. Aquí en Guadalajara desgraciadamente no hay compañeros de la época de él y si los hay ya no se acuerdan algunos”, explica Daniel López “El Satánico”.
Y enseguida la crítica del contemporáneo del “Perro” va hacia las nuevas generaciones. “Los que están activos en realidad no lo conocieron a fondo. Son las actuales estrellas de la lucha libre, pero hablaría muy bien de ellos que en honor a una leyenda estuvieran presentes, darse un poco de tiempo. Pero bueno, así es esto”, lamenta el ex luchador.
Su relación con Pedro Aguayo nunca fue más allá de los cuadriláteros, pero aún así acude para decirle adiós. “Como deportistas nos dábamos la mano, si reconocía superioridad o no... no habían rencor porque no nos volvíamos a encontrar en la calle, simplemente en las arenas. Nunca fue una relación de amistad tan arraigada, no. Yo vengo aquí a despedir al compañero de profesión. A la vez reconozco que fue un gran rival, fue un gran luchador, un gran deportista y qué más puedo decir. Palabras faltan para decir lo que fue don Pedro”, relata.
“De corazón lo digo y lo reconozco, fue uno de los mejores rudos y el mejor luchador. Sobre todo por esa entrega y pasión que ponía arriba del cuadrilátero. Lo conocí como compañero y lo conocí como rival. Como compañero te apoyaba y como rival te destrozaba. El legado que deja don Pedro es de profesionalismo, respeto a la lucha libre, a la profesión y respeto al público. En el ring era un huracán, un icono de los rudos, el mejor rudo de todos los tiempos y nadie como don Pedro. Vaya que ha habido grandes rudos, pero para mí era todo entrega, todo profesionalismo y te exigía mucho cuando lo enfrentabas”, concluye “El Satánico”.