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Lucha Libre

Despiden al “Perro” Aguayo en Guadalajara

Familiares, amigos y admiradores se dieron cita para darle el "adiós" a uno de los mejores representantes de la lucha libre mexicana.

Guadalajara (México)Actualizado a
Despiden al “Perro” Aguayo en Guadalajara
César Huerta

Familiares, amigos y admiradores reunidos para despedir a una leyenda. Pedro “Perro” Aguayo es velado en la ciudad de Guadalajara. Es el último adiós para uno de los grandes ídolos en la historia de la lucha libre mexicana. El “Can de Nochistlán” reúne a una a todos aquellos que le quisieron en vida y hoy desean decirle adiós.

A la funeraria en la Perla Tapatía llega toda clase de personajes. Algunos, rivales del “Perro” en el cuadrilátero, pero amigos fuera de él. Uno de ellos, José Luis Barajas “El Faraón”, lo recuerda con cariño. Y es contundente: no ve a nadie capaz de llenarle los zapatos.

“Desgraciadamente ya no veo quién tuviera las agallas y tampoco la personalidad del perro. Habrá algunos imitadores por ahí, pero desgraciadamente no le llegan al Perro, la verdad, ni a la punta de la bota para acabar pronto. Yo veo la lucha y los veo cómo se desarrollan, pero jamás tendrán el carisma del Perro, jamás tendrán el atractivo del Perro. El Perro va a ser el Perro por siempre y no va a haber otro. Si no hubiera fallecido el hijo, él sí pintaba para haber llevado el nombre del Perro y sobre todo la personalidad del Perro. A otras personas, quiero pedir disculpas, pero honestamente no les veo patas para gallo, la verdad”, explica.

“Qué puedo decir, se va una gran persona, se va un gran deportista, con el cual la verdad tuvimos encuentros muy fuertes, pero siempre lo respeté y siempre lo admiré como un gran luchador. Me da mucha pena que haya partido todavía tan fuerte, tan joven, sabía que estaba un poquito enfermo, pero la verdad no pensé que fuera tan grave la situación. Me uno a la pena de la familia Aguayo y lo único que deseo es que esté gozando ya de una paz espiritual ante la presencia de Dios. Que tenga por allá unos encuentros agradables con todos los demás, nada más que no me llamen a mí a referear”, señala “El Faraón”.

El legado del “Perro” Aguayo no fue solamente construir una leyenda propia. También ayudó a que otros edificaran la suya. “Tenerlo de rival fue precisamente muy importante para yo poder escalonar y llegar al estrellato total. Para mí cuando tuve la oportunidad de quitarle el campeonato mundial de peso medio y de raparlo, eso fue lo que me abrió las puertas para ser estelarista en la Arena México”, recuerda “El Faraón”.

“Tengo que agradecerle también el haber podido llegar y escalar, lo que siempre he dicho también que Fishman me hizo un gran favor al quitarme la máscara porque en esas dos etapas que tuve, ahí fue cuando pude llegar al estrellado. El Perro Aguayo siempre fue una persona que me gustó enfrentar porque la gente salía complacida. Uno está obligado a que el público salga satisfecho después de una función de lucha libre. Era muy satisfactorio también ver las arenas a reventar”, concluye el ex luchador.

La inolvidable canción

A la funeraria también llega Arturo Macías. Él no pisó los encordados. Su relación con el “Perro” es de otra naturaleza. Es director de Banda Cuisillos. Años atrás, la agrupación grabó un tema dedicado a don Pedro Aguayo Damián. La canción fue tan popular, que permitió a sus intérpretes darse a conocer. Hoy recuerda aquel episodio de su trayectoria.

“Muy triste, a la vez también dices bueno ya descansó porque estaba enfermito y con eso se alienta uno. Es una gran pérdida, un gran amigo, recuerdo cuando lo conocí, le hicimos la canción y fui a buscarlo al gimnasio (en Tala, Jalisco), apenas estaban construyendo, hace muchísimo tiempo. Le dijeron hay un muchachito de Cuisillos que te quiere saludar, me atendió, salió imponente. yo estaba chavito, me dijo ‘qué quiere muchachito’. Le digo ‘mire, le hicimos una canción y le pusimos su nombre, queremos ver si nos da oportunidad de grabarla, ¿puede escucharla?’. La pusimos, la escuchó y dijo ‘está bien, sáquela’. Fue todo, era muy fuerte. La grabamos y ese tema fue el que nos dio a conocer. A partir de ahí todo cambió gracias al amigo que nos dio la oportunidad de utilizar su nombre en ese tiempo. Era el luchador del año y nos ayudó muchísimo”, relata.

“Porque era el luchador del año, por ahí salió una melodía que escuché de una orquesta, era la pura introducción, nada más ese pedacito se repetía, dije esa melodía está muy interesante. Nos pusimos mi esposa y tu servidor a hacerle letra. ¿Pero de qué? Del Perro Aguayo, pues es el luchador del año y ahí desayunando hicimos una letra, así fue como salió. Era porque fue luchador del año, ídolo de México”, concluye Macías.