Una joya a precio de saldo...

Marco Asensio es una joya. Un jugador que se sale de ojo. Diferente. Técnica exquisita. Magnífica visión de juego. El típico futbolista que jamás se detiene ante un semáforo en rojo. En sólo unos meses ha demostrado al Bernabéu que ahí tenemos una pieza de museo de larga duración. A sus 21 años, el mallorquín lo tiene todo. Personalidad, capacidad de decisión y una pegada que alimenta con golazos que quedan en la retina. El Sevilla es su principal fuente de estímulo. En Trondheim firmó en la Supercopa de Europa un chutazo desde 30 metros que hizo transparente a Rico. Y en el Pizjuán se hizo un Bale con una carrera de más de 80 metros que confirmó que, además de categoría, tiene un tren inferior poderoso a prueba de emboscadas.

Este diamante es objeto de deseo en la Premier. Y en la Bundesliga. Pero el Madrid cuidará su jardín. En su día se lo arrebató al Barça y se lo llevó por cuatro millones de euros, un precio-ganga que incrementa el valor estratégico de la operación. Tiene contrato hasta 2022. Lo puede querer Mourinho, Guardiola o el ‘Observer’ del Camp Nou. De aquí no se moverá. En el Espanyol ya hizo su mili futbolística y cuando se presentó este verano de blanco satén lloró con la emoción del chaval que alcanza en la vida aquello con lo que siempre soñó. Marco, esta es tu casa.