Terrible símbolo del fútbol: el partido más esperado, el del siglo, el que no se va a olvidar nunca, se ve envuelto en maldad y armas de herir, de matar.
Solari ascendió del Castilla tras una larga agonía de Lopetegui y porque no había otro
No sólo de Messis, Bales y Griezmanns vive LaLiga. Por suerte, cada jornada se destapa algún futbolista. Y, con más suerte todavía, hay jornadas en las que los nombres propios se multiplican.
El Madrid juega en Moscú, espacio misterioso en el imaginario de mi generación
Vi el Madrid-Espanyol entre madridistas. Me senté junto a Paco Cosentino, industrial del mármol cuyo trabajo influye en la modernidad de las casas del mundo entero.
La sombra de Ovrebo cruza esta noche Stamford Bridge o que la de Francesco Totti asoma en las declaraciones de Facundo Ferreyra, delantero argentino del Shakhtar Donetsk, como previa del partido de mañana ante el Roma en el Metalist Stadion.
El Barça visita hoy al Chelsea, en lo que viene a ser algo así como un clásico moderno. Lo mejor de la historia del Chelsea es lo muy reciente, quizá un poco por mala suerte.
El miércoles, cuando marcó su gol, que era el tercero, Marcelo corrió hasta Zidane para ponerse de rodillas ante él, y luego abrazarle. Fue un gesto curioso, una forma de reconocimiento.