
La onubense se aferró a la victoria con la lucha que le caracteriza y remontó a la jugadora local para llevarse el título en el tercer set. Después, llegó el júbilo.
La onubense se aferró a la victoria con la lucha que le caracteriza y remontó a la jugadora local para llevarse el título en el tercer set. Después, llegó el júbilo.
Lo que ha hecho Carolina Marín, con su tercer Mundial en bádminton, ha sido el gran campanazo de nuestro deporte este verano.
El Mundial ha recuperado a la jugadora indómita de siempre. Más centrada. Irreductible. ¡Tricampeona del Mundo! Nadie lo había hecho antes que ella.
Ha vuelto el álbum a mi vida. De chico coleccionaba los cromos. Y ahora es un niño el que lo ha traído a casa. Recuerdo de aquel álbum que alimentó de futuro mi infancia de radio y de colores azulgrana.
Han alcanzado dos emotivos triunfos con sus allegados en las gradas de Huelva y Barcelona, en instalaciones que llevan inscritos sus nombres.
Otro año que se va, otro que viene
Carolina Marín protagonizó uno de los numerosos momentazos deportivos que nos deparó el pasado domingo: su tercer título en el Europeo.
Ninguna victoria en los Juegos Olímpicos tuvo más trascendencia en términos de cultura deportiva que la de Carolina Marín en bádminton.