El auto especial de Mercedes-AMG para la película de F1 con Brad Pitt
Mercedes-AMG convierte la ficción en realidad: para la nueva película de Fórmula 1, crea el exclusivo AMG GT “APXGP Edition”, un coche de colección que nace directamente de la gran pantalla.

La relación entre el automovilismo de élite y la meca del cine, Hollywood, es una saga llena de capítulos gloriosos. Ahora, con la esperada película de la F1 protagonizada por Brad Pitt y Damson Idris, la maquinaria de marketing se ha puesto en marcha de una forma que trasciende el simple patrocinio.
Mercedes-AMG no se limitó a prestar autos para el rodaje, pues decidió escribir su propio capítulo en esta historia, materializando la ficción en un objeto de deseo de producción ultralimitada: el AMG GT “APXGP Edition”. Este auto, lejos de ser un mero acompañamiento publicitario, se revela como una estrategia brillante para cimentar su estatus en el olimpo de las marcas de culto.
El proyecto, dirigido por Joseph Kosinski y producido por Jerry Bruckheimer, ya prometía un nivel de autenticidad sin precedentes al filmarse durante Grandes Premios reales. Es en este contexto de realismo donde la jugada de Mercedes-AMG cobra todo su sentido.
La marca de Affalterbach no solo ha puesto a disposición del equipo de rodaje su profundo conocimiento técnico del equipo de Fórmula 1, sino que también ha poblado la pantalla con sus creaciones más icónicas, desde el dinámico SL hasta la imponente Clase G, pasando por los vehículos oficiales de seguridad.
Así pues, la presencia de la estrella de tres puntas está garantizada en cada fotograma clave, tejiendo una narrativa visual que asocia la marca con la cúspide de la competición.

Nace un mito: El Mercedes-AMG GT “APXGP Edition”
Justo aquí es donde la historia da un giro fascinante. En lugar de conformarse con la visibilidad en pantalla, la firma alemana ha decidido traer al mundo real una pieza del universo ficticio de la película. El equipo APXGP, con Brad Pitt y Damson Idris como pilotos, no solo existirá en la gran pantalla, sino que tendrá su propio coche de calle.
El “APXGP Edition” es mucho más que un vehículo con una pintura especial, ya que es la encarnación de una colaboración estratégica. Con una producción estrictamente limitada a 52 unidades, este Mercedes-AMG GT se convierte instantáneamente en un unicornio automotriz, un objeto de colección destinado a revalorizarse antes incluso de tocar el asfalto.
Basado en el AMG GT 63 4MATIC+, este auto cuenta con el motor V8 biturbo de 4.0 litros que entrega 585 caballos de fuerza. Lo que lo hace verdaderamente único es su estética, un reflejo directo del monoplaza del equipo ficticio.
La pintura especial se complementa con detalles en oro de competición aplicados a mano, llantas forjadas de 21 pulgadas en el mismo tono y un agresivo paquete de fibra de carbono.
Dentro, la exclusividad continúa con asientos AMG Performance personalizados, costuras doradas y una placa que reza “Limited Edition 1 of 52”.
Cada detalle ha sido meticulosamente seleccionado para que sus 52 afortunados propietarios sientan que poseen una pieza de la historia del cine y del automovilismo.

¿Jugada maestra o un capricho para pocos?
Es fácil despachar esta edición especial como un simple ejercicio de marketing, pero la realidad es mucho más profunda. Limitar la producción a 52 unidades no busca un beneficio económico directo por la venta de esos coches.
El verdadero retorno de la inversión es la creación de mitología. Mercedes-AMG no está vendiendo un coche, está vendiendo una historia, un relato de exclusividad y pertenencia a un club increíblemente selecto.
Para Mercedes, el valor reside en las innumerables conversaciones, artículos y vídeos que generará esta edición. Es una campaña de relaciones públicas que se paga sola y cuyo eco resonará durante años.
Esta estrategia ataca directamente el corazón del consumidor de lujo, que no solo busca rendimiento o calidad, sino también narrativa y escasez. Poseer uno de los 52 “APXGP Edition” es poseer un fragmento tangible de la película de la F1. Es por ello que la conexión emocional que se forja es mucho más fuerte que la que podría generar cualquier campaña publicitaria convencional.
Mercedes-Benz logra un posicionamiento aspiracional inalcanzable para muchos de sus competidores, asociándose no solo con el éxito en las carreras reales, sino también con el glamour y la eternidad del cine.
Se puede decir que es una jugada maestra que demuestra un entendimiento profundo de los mecanismos que mueven el deseo en el mercado del superlujo, asegurando que, cuando las luces del cine se enciendan el 25 de junio de 2025, Mercedes-AMG no sea solo un patrocinador, sino una de las estrellas indiscutibles de la función.
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