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¿Cuál es el auto con más récords en el mundo?

Solo en el circuito de Montlhéry, cerca de París, rompió más de 100 plusmarcas para demostrar su fiabilidad.

Luis Hernández del Arco
Luis Hernández del Arco
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Actualizado a
¿Cuál es el auto con más récords en el mundo?

Una de las mejores maneras de publicidad de la industria automotriz es demostrar que un determinado modelo es el mejor implementado la mayor velocidad, la menor ingesta de gasolina, la aceleración más rápida; esto por mencionar solo algunos de los récords que existen y que buscan ser quebrantados día a día.

En esta búsqueda de imponer plus marcas existe un automóvil que es catalogado como el que más títulos tiene en la historia del automóvil, se trata del Citroën 8CV, que acumuló decenas de récords.

El auto con más récords en el mundo

Fue en 1932, en el Auto Show de París, cuando Citroën presentó una gama de modelos, los Citroën 8CV, 10CV y 15CV, que renovaban la oferta de la marca con una propuesta innovadora por sus prestaciones y los avances tecnológicos que se emplearon en su fabricación. Cada uno de estos automóviles han pasado a la historia de la marca como los “Rosalie”, aunque, en su puesta de largo en el Grand Palais ese nombre no apareció en ningún lugar.

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Para conocer el origen del nombre hay que recorrer unos kilómetros hasta el Circuito de Montlhéry. Allí, una versión muy especial del Citroën C6 F, el antecesor de los vehículos que se presentaban en el Auto Show de París, daba vueltas a toda velocidad hasta completar 25,000 kilómetros en 11 días.

Con una carrocería de aluminio perfilado diseñado por César Marchand, era el mejor reclamo para demostrar la fiabilidad del nuevo aceite -su nombre en clave: “Rosalie”, por la festividad de Santa Rosalía- desarrollado por la firma de aceites Yacco. Este batió 14 récords internacionales. En la primavera de 1932, se repitió la hazaña con otro C6, el Rosalie II, que recorrió 100,000 kilómetros. Cayeron 60 récords internacionales y 30 mundiales.

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Dado el gran impacto mediático de estas hazañas, André Citroën decidió involucrar directamente a la marca en esta lucha contra el cuentakilómetros y asociarla a la gama de modelos que acababa de lanzar. Así, un flamante Citroën 8 CV con la adaptación de una carrocería aerodinámica comenzó a rodar el 15 de marzo de 1932 y no se detendría hasta el 27 de julio de 1933, es decir, más de cuatro meses dando vueltas sobre el asfalto.

Aunque el objetivo inicial era superar la marca de 25,000 kilómetros, el buen comportamiento del auto animó a enfrentarse a retos mayores, hasta alcanzar los 300,000 kilómetros. Sus seis pilotos, que se alternaban al volante cada cinco horas y sólo podían detenerse para el relevo, poner gasolina o sustituir piezas de desgaste, lograron una media de 93.5 km/h y batieron 297 récords, entre ellos 191 internacionales y 106 plusmarcas mundiales.

Y podrían haber caído muchos más. Este Petite Rosalie no paró su motor por problemas técnicos, sino por una decisión personal de André Citroën, que esperó a esa cifra redonda para celebrar una Ceremonia de Clausura en el propio circuito y para lanzar un reto a las demás marcas de automóviles: 3 millones de francos, una fuerte suma de dinero para la época a quien logre superar los 300,000 kilómetros a una velocidad superior a la del “Petite

El Petite Rosalie no sería el último de su estirpe, aunque sí el más famoso. Así, en 1934, el Rosalie VI, basado en el Citroën 15 CV de seis cilindros se enfrentó a la pista durante sólo dos días, pero fueron muy productivos: estableció una plusmarca de velocidad de 150 Km/h, pulverizando varios récords. En julio de 1935, el Rosalie VII batió varias marcas superando en todo momento los 145 km/h. Cerraría la serie el Rosalie IX, basado ya en el revolucionario Citroën Traction, que se eligió la carretera y no el circuito como terreno de pruebas, recorriendo un total de 100,000 kilómetros a una media de 1,500 kilómetros diarios.