En la Fuerza Regia de Nicolás Casalánguida, el pasado es historia
El coach argentino, que dirigió a Aguacateros en 2020, no tiene dudas en que imprimirá su sello y mantendrá en los primeros planos al campeón actual de la Liga SiSNova LNBP.
El pasado quedó atrás. Nicolás Casalánguida (Comodoro Rivadavia, 1979) ha sido muy claro en ello. La historia de Fuerza Regia está plasmada en las estrellas de su escudo de engranes, pero no tiene por qué primar en el análisis ni las reseñas del presente. La consigna es que la transición Olmos-Casalánguida no resulte traumática para la institución, que el equipo continúe con la inercia ganadora y revalidar el título de la temporada 2020. Que el éxito trascienda los nombres. Que Fuerza Regia consolide la dinastía que ha instaurado en la Liga SiSNova LNBP, a cuestas, la temporada pasada, del mismo Casalánguida y sus sorpresivos y vibrantes Aguacateros de Michoacán. La plantilla, una de las más poderosas del circuito, y los pergaminos del entrenador (campeón nacional en Argentina, exasistente de su selección en Mundiales y Olímpicos), avalan las pretensiones.
- ¿Cómo te sientes ante este nuevo reto en tu carrera?
Muy contento. Es un honor trabajar en una organización como Fuerza Regia. Tenía conocimiento de la calidad de la organización y ahora la confirmo. Estoy contento de formar parte de este proyecto. Agradecido con la directiva y el presidente, Sergio Ganem, que confió en mí para esta nueva oportunidad: llevar a cabo un proyecto que es a mediano y largo plazo. Han confiado en mí por un periodo de tres temporadas, que no es tan habitual en el basquetbol y en el deporte de alto rendimiento en esta época. Es una responsabilidad y un desafío muy grande; volver a poner a un equipo a competir en los primeros lugares después de una gran temporada que han hecho con el anterior entrenador, Paco Olmos. Nosotros no solo queremos competir, sino luchar por el título nuevamente, que sería algo histórico para la organización.
- Ahora está del otro lado de la trinchera. En las Finales LNBP, hace menos de un año, Aguacateros cayó frente a Fuerza Regia. ¿Qué planes tienes para un equipo al que ya conocías por lo que habías analizado de ellos?
Creo que hay un área de oportunidad, porque tenemos que lograr que el equipo sea siempre competitivo, y para ello podemos mejorar algunas cuestiones de la temporada pasada. A Fuerza Regia le costó mucho entrar a playoffs, tuvo una fase regular difícil, hubo muchos cambios de jugadores. Queremos tener un equipo compacto desde el principio, no hacer tantos cambios, intentar ser competitivos y no tener tantos altibajos en rendimiento. La oportunidad de mejora va por ahí, intentar que el equipo sea sólido desde el principio. Por eso le estamos dando mucho valor a la preparación y el armado del equipo. Esperamos que esto pueda dar sus frutos, porque en el alto rendimiento cada día de preparación es fundamental. Sabemos la historia; es muy bueno lo que se ha conseguido, pero ahora todos miramos para el futuro. Tenemos que volver a empezar. Hay que revalidar y buscar permanentemente estar en los primeros planos.
- Es una nueva época, pero la plantilla se parece mucho a la de la temporada anterior. Hay ocho jugadores que estuvieron en el campeonato de 2020...
Este armado de equipo fue, a mi criterio, muy bueno en cuanto a la estructura. Consideré fundamental darle continuidad al equipo, a la mayor cantidad posible de jugadores que estuvieron en la temporada pasada. Si bien hay algunas caras que ya conocía de las temporadas anteriores, algunos ya estaban contratados desde antes que llegara, como Cristian 'Tití' Cortés, que me da mucho placer que vuelva y que haya sido valorado, porque eso habla de su salto de calidad en la temporada anterior. Cuando tuvimos que cerrar al equipo también confié en jugadores que ya conocía, porque siempre es importante tener ciertas sociedades establecidas. El armado del equipo siempre es un arte, es un aspecto sumamente importante. Creemos que el equipo está equilibrado. Hay gente que ha ganado, que tiene ambición, que tiene hambre. No solo buscamos tener continuidad, también ponemos énfasis en la mentalidad de los jugadores. Es una temporada muy corta y no hay mucho tiempo para ir construyendo cosas nuevas.
- Hay una mezcla muy interesante en la plantilla; experiencia, como Stoll, Girón, Fuller, Bejarano, y talento nuevo, como Kelvin Jones, Elías Richo. ¿Cómo harás para compaginar ambos lados de la moneda? ¿Cuál será tu estrategia para potenciar a jugadores que apenas inician su carrera?
Está el caso de Omar de Haro, lo reclutamos en Aguacateros y a partir de su incorporación como rookie terminó jugando en la Selección. A los jóvenes, según mi criterio, hay que potenciarlos. Lo tengo muy claro, el trabajo de desarrollo de los jugadores jóvenes no es siempre darles minutos, sino mejorar sus hábitos de trabajo, relacionarlos con jugadores experimentados, que aprendan en correcciones puntuales del staff técnico, y si se pueden ir ganando algunos minutos de juego, qué mejor. A veces suena muy crudo, pero esta no es una liga de desarrollo, es una liga profesional, y los jóvenes se van desarrollando junto a los mayores. Estas temporadas están durando menos de cuatro meses y eso no es lo ideal para un jugador joven. Lo mejor sería es tener continuidad de 7-8 meses en un proyecto para que las correcciones sean más solidas y estables. Una temporada tan corta no es lo ideal para un jugador en formación. Tenemos muy claro que el talento no se desarrolla de un día para otro.
- El equipo de Olmos se caracterizaba por hacer hincapié en el juego defensivo y el tiro exterior. ¿Cómo harás para imprimir tu sello, tu estilo, en un grupo de jugadores que ya tiene una dinámica muy establecida de trabajo?
La temporada pasada ya terminó y este es un nuevo equipo que va a tener mi identidad como entrenador. Lo que ya sucedió es historia. Ahora tengo que construir mi futuro. No tengo ninguna duda de que el equipo va a tener mi identidad.
- ¿Qué tan difícil es preparar una temporada tan corta, en la que habrá varios partidos en una sola semana y en la que se exigirán resultados casi inmediatos? Hay que tomar en cuenta que la duración de la temporada es casi la misma que la de la pre-temporada...
Los entrenadores tenemos que prepararnos para distintas circunstancias. Debo de ingeniármelas para que mi equipo tenga mi identidad lo más rápido posible. Estuve en Selección Argentina, trabajando en torneos cortos y largos, Panamericanos, Mundiales, Juegos Olímpicos; son 10-15 días para preparar a un equipo que presente una línea de juego. Los entrenadores debemos tener las habilidades correspondientes para preparar al equipo sin excusas. El tiempo muchas veces es una excusa. Para mí, la premura no es una dificultad, es la realidad, y no creo que sea algo tan complejo. El equipo podrá tener el tiempo suficiente para trabajar una identidad. Una competencia siempre será difícil. Fuerza Regia no será el único equipo que peleará por el título.
- Será la segunda temporada de la LNBP que se disputará en pandemia, ¿qué reflexión tienes sobre cómo las dinámicas en tu trabajo del día a día y en la duela han cambiado en esta 'nueva normalidad?
En la temporada anterior, cuando estábamos por empezar, había muchas dificultades. Todos teníamos un temor porque, de alguna manera, nos arriesgamos a competir cuando todavía estábamos trabajando desde casa y buscando tener el menor contacto posible. Fueron momentos muy duros. Como conductor del equipo lo que pregono es que nos sigamos cuidando, porque esto todavía no se ha terminado. En el equipo ya estamos vacunados, con una o dos dosis; si bien esto puede minimizar los riesgos de la enfermedad, lo importante es que cada uno de nosotros sea consciente y responsable para que esta pandemia vaya disminuyendo su potencial. Dentro del alto rendimiento es un tema complejo. La primera batalla, la primera lucha que tenemos es contra el COVID, porque si en algún momento el equipo cae en contagios, la línea deportiva se va a perder. No hay que claudicar en el esfuerzo. Somos un equipo de 25-30 personas que convive diariamente, doble turno, 5-6 horas al día. Queremos que todos estén de pie de todos los días para que podamos ser un equipo sólido y tengamos la menor cantidad posible de problemas. Lo tomamos con esa mirada, con mucho respeto, con mucha conciencia, sabiendo que esto no se ha terminado.