Canelo trae la normalidad
Canelo Álvarez y Billy Joe Saunders unifican este sábado en el AT&T Stadium de Arlington tres de los cuatro títulos (WBC, WBA y WBO) del peso supermedio.
Billy Joe Saunders ha tomado un camino claro en la previa de su combate frente a Canelo Álvarez. El inglés, de 31 años, quiere calentar al mexicano (30). Primero reclamó que el ring era pequeño (había firmado ese tamaño y finalmente tendrá medio metro más), después atacó al equipo de Álvarez, a los fans, a la prensa mexicana... Está nervioso. Está ante su combate más importante. Él se juega el Mundial WBO del supermedio y Canelo expone las fajas WBC y WBA. Tenía dos opciones: trabajar en silencio o abrir la boca. Eligió la segunda, pero no ha logrado su cometido: "Es otro día más en la oficina", espetaba el de Guadalajara.
"Será más difícil abajo del ring que encima", bromeaba Eddy Reynoso, entrenador de Canelo. El mexicano es el mejor púgil del momento. Domina cada vez que pisa la tarima y hace pequeños a sus rivales, lo más complicado de este deporte. Saunders tiene una gran calidad técnica, está invicto en 30 peleas y es zurdo. El pleito no será fácil, pero la sensación es que Álvarez está un escalón por encima. Quizá necesite un par de asaltos para tomar distancia, pero hasta el momento nadie (salvo Mayweather en 2013, cuando el mexicano todavía era una joven promesa) ha podido con su presión. Está en su mejor momento.
Ese ambiente caldeado ha desviado el tiro de algo realmente importe: vuelve la normalidad. Este viernes en el pesaje se dieron cita cientos de fans y este sábado se esperan 70.000 aficionados en el AT&T Stadium de Arlington (ciudad metropolitana de Dallas). "Es un orgullo que sea el boxeo el deporte que traiga esta normalidad", asegura Canelo. Él es la mayor estrella por si sola y se nota. El pleito será un punto de inflexión y quedará para historia: será la pelea con más público bajo techo en Estados Unidos.