México apalea a Puerto Rico y sueña con la AmeriCup
La selección mexicana de Paco Olmos sorprendió 56-81 a los boricuas en la ventana FIBA en pese a la ausencia de una federación nacional.
No importaron las circunstancias. El contexto que rodeó a la construcción de la Selección Mexicana para la segunda ventana FIBA de 2020 quedará en una chusca y rocambolesca anécdota. En la duela, los ‘12 Guerreros’’, acaudillados por Paco Olmos, respondieron a la altura del reto y demolieron 56-81 a Puerto Rico en duelo eliminatorio del grupo D de las clasificatorias rumbo a la AmeriCup de FIBA. Brillaron Paul Stoll (14+8) y Luke Martínez (18+4), figuras de Fuerza Regia y Soles de Mexicali en la LNBP.
El primer cuarto fue un preludio de la tónica general del partido. Un parcial de 8-22, aderezado con dos triples iniciales de Martínez, hizo lucir la pizarra defensiva de Olmos, la especialidad de la casa. La combustión de Iván Gandía (23 puntos, 6/8 de triples, cuatro de ellos en el segundo cuarto) hizo cenizas la ventaja mexicana (35-35 al inicio del tercer capítulo). Pero los ‘12 Guerreros devolvieron el golpe’. Dos parábolas de respuesta, trazadas por Stoll y Gabriel Girón, abrieron una brecha que resultó infranqueable para la quinteta caribeña.
En rompimientos (25-12 a favor de los ataviados de negro) y a distancia (39.9% desde la tercera dimensión), México hizo sonar la caja registradora y validó el encomiable esfuerzo en la pintura propia, sellada con las dos tapas y cinco rebotes de Israel Gutiérrez, e ilustrada en el diferencial de 10-22 a favor de los ‘12 Guerreros’ de efectividad en la zona.
El último cuarto fue un paseo por la burbuja de Indianápolis que sirvió como terapia grupal para afrontar el próximo encuentro de la ventana: frente a Estados Unidos, por la noche del lunes. Pero las conclusiones quedan para los buenos augurios: México superó a Puerto Rico en todos los departamentos estadísticos y no cedió el marcador ni un solo segundo. Nada mal para una selección cocinada al vapor, con semana y media de antelación, dos entrenamientos con plantilla completa y sin federación como sustento. La prueba de fuego espera a 24 horas de distancia.