JUEGOS OLÍMPICOS

La fundación de refugiados del COI lanza proyecto en Uganda

El programa piloto se estrenará en los campos de refugiados de Uganda con el apoyo del Comité Olímpico Internacional y de la Agencia para Refugiados de Naciones Unidas.

Ciudad de México
Christopher Black/WHOVIA REUTERS

La pandemia del COVID-19 ha motivado al Comité Olímpico Internacional (COI) a redoblar sus esfuerzos, no solo para mantener en marcha la maquinaria de organización de los Juegos de Tokio 2020, pospuestos a 2021, sino también para impulsar la práctica del deporte como factor de bienestar en tiempos de crisis sanitaria global. En atención a uno de los colectivos más expuestos al coronavirus, los refugiados, el COI, a través de la Fundación Olímpica para Refugiados (ORF, por sus siglas en inglés), anunció el lanzamiento de un proyecto que impactará a 10,000 personas en los asentamientos de Uganda.

El programa, que cuenta con la anuencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se centrará en la salud mental y el bienestar físico de jóvenes entre 15 y 24 años de edad que vivan en los campos para sobrevivientes de guerra. Al esfuerzo se sumarán las fundaciones AVSI, UOC y Young Sport Uganda. La pandemia ha dificultado la entrega de ayuda humanitaria en los centros de refugiados, donde el impacto, advierte ORF en un comunicado de prensa, ha sido devastador para las comunidades. "Viven en espacios sobrepoblados, sin acceso a agua potable e insumos médicos y de higiene", explica ORF.

El presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach, explicó la estrategia del proyecto: "El deporte salva vidas. Provee bienestar mental y físico para todos y, en particular, a quienes han experimentado y aún experimentan traumas, pérdidas e incertidumbre prolongada".

Más allá de atletas y patrocinadores, la pandemia ha golpeado con potencia a los más desfavorecidos; entre ellos, los refugiados. "En todo el planeta afecta más a la población más vulnerable", afirma la experta Helena Legido-Quigley citada por un estudio elaborado por El País que revela que la mortalidad del coronavirus se duplica en las zonas con menor poder adquisitivo de determinada región. Según Amnistía Internacional, en 2019 había 25.9 millones de refugiados en el mundo; la mitad son niños. ORF justifica que uno de cada cinco refugiados suele desarrollar enfermedades mentales. La pandemia hace más difícil tratarlos debido a las restricciones de tránsito y las severas medidas de seguridad.

En Uganda hay alrededor de 11 campos de refugiados, entre los que se encuentra el de Bidibidi, uno de los más grandes del mundo, que alberga a un aproximado de 227,000 personas, según cifras de ACNUR.

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