Pável Pardo recuerda cuando fue el maestro de Sami Khedira
El exjugador del Stuttgart recordó su etapa en la Bundesliga, donde se encontró con un joven Khedira, quien después lo reconoció como su primer mentor.
![Pável Pardo, Selección Mexicana](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/5UE2NWQXCZIFDIQXJZT3Z5ONMM.jpg?auth=37416324452caf268e85235399ab8a0cfe83d46ee893d96e353c228434a08830&width=360&height=203&smart=true)
Pável Pardo recordó a Sami Khedira, uno de sus alumnos en el fútbol alemán. Pardo jugó en el Stuttgart de 2006 a 2008, tiempo en el que se convirtió en uno de los mejores mediocampistas de la Bundesliga e incluso llegó a ganar un título de liga. En dicha etapa de su carrera, el mundialista mexicano se encontró con Khedira, quien también pasaría a convertirse en un centrocampista de primer nivel, gracias a las enseñanzas del exfutbolista del América.
“Lo recuerdo bien, nosotros estábamos en el primer equipo y él estaba muy joven. Tenía mucho fuelle. Lo recuerdo bastante, porque él estaba en el equipo Sub-17 y fue cuando comenzaba a acercarse. Comenzó a entrenar con nosotros y comenzó a jugar”, expresó Pardo en entrevista para ESPN.
“En aquel entonces jugábamos con un 4-3-1-2 y estábamos con ese enganche que en ese entonces era Da Silva (brasileño) y entraba Khedira. Desde joven fue un jugador interesante con su gran fuelle de ida y vuelta, que ahora es el llamado box to box y nos ayudaba mucho, porque tenía esa fuerza de ida y vuelta. Evolucionó mucho, porque después con el pasar del tiempo se volvió en un doble cinco o un cinco y con la pelota mejoró mucho”, explicó.
Años después, Khedira reconoció al mexicano y lo consideró su primer maestro en el futbol, comentarios que sorprendieron de grata manera a Pardo. Recuerda que como veterano, solo buscaba ayudar a sus compañeros para hacer más fuerte al club.
“Me toma de sorpresa que lo declare, porque intenté ayudarlo a él, a los jóvenes y no solo al equipo, sino intentar dejar un legado que fuera benéfico y que fuera aprovechado por los jóvenes. Siempre fui un jugador que se acercó a los jóvenes y no jóvenes. Me gustaba hablar mucho con los compañeros y decirles cómo los veía tácticamente y cómo podíamos mejorar y le daba algunas opiniones. Él tenía 17 y yo 30 años”, finalizó.