Norma Palafox exige respeto: "No vean nada más un cuerpo bonito"
La delantera de Chivas habló sobre su experiencia como futbolista ante el acoso sexual en redes sociales y espera que el país pueda cambiar para bien.
Se define a sí misma como “un reflejo” de lo que en vida fue su mamá. Los valores que tiene aprendidos desde casa se notan en cada pequeño detalle. Norma Palafox habla con educación y consciencia. La fama no la ha cambiado. Fue la mujer que le dio la vida quien le inculcó la valentía con la que ahora levanta la voz. La futbolista de Chivas exige respeto: “No vean nada más un cuerpo bonito”.
San Rafael es la fortaleza del Rebaño Sagrado femenil. Ahí, la carismática jugadora toma asiento bajo la sombra de un árbol, a un costado del campo de entrenamiento, para atender una charla exclusiva con AS México. Su reclamo es necesario en esta sociedad que sufre para erradicar un machismo ancestral. Las fotografías de Norma fluyen en la red, se comparten con ligereza y muchas veces poco tienen que ver con sus cualidades como futbolista.
Confiesa que llega a molestar y no solo por ella, sino por otras compañeras que son vistas de la misma manera. “No somos un objeto, no somos nada más un cuerpo, también tenemos sentimientos, también pensamos, también somos seres humanos. Solo les pido de todo corazón que respeten. Es mi físico, es mi cuerpo, no lo voy a cambiar”, es el contundente mensaje que envía durante la plática, en pleno Día Internacional de la Mujer. Norma Palafox abre su sentir como nunca antes.
— ¿Qué opinión te merece el vivir en una sociedad en la que la mujer levante la mano para exigir no solo igualdad, sino también respeto y que entiende que si nadie quiere escuchar, hay que gritar hasta ser escuchada?
— Se respeta, es una manera de demostrar nosotras que podemos. Me da muchísimo gusto que muchas mujeres estemos levantando la voz, que sigamos diciendo 'aquí estamos'. En todos los lugares siempre hay una mujer que te dice 'aquí estoy, yo hago esto'. La verdad estoy impactada de lo que estamos logrando, de lo que estamos haciendo como mujeres. Esto va a seguir para adelante hasta llegar a un punto donde nos respeten como debe ser y nos traten como debe de ser.
— ¿En algún momento, no sólo en el futbol, sufriste acoso?
— Me atrevo a decir que toda mujer ha recibido algún tipo de acoso. Cada quien lo toma de una manera diferente. Hay de acosos a acosos. Obviamente he recibido comentarios, he recibido muchísimas cosas, pero no me afecta. Cuando llegue un punto en el que realmente me sienta afectada, que llegue a los extremos, obviamente estoy para decirte aquí frente a la cámara que no me parece justo. No se me hace bien que haya ese tipo de personas que se dediquen nada más a eso. Tú sabes que hay gente de todo, hay gente que nada más se dedica a estar haciendo, a estar viendo. Hay gente muy enferma, con todo respeto, pero mientras no me afecten, no tengo ningún problema. No te voy a mentir, obviamente me duele que haya personas así. No nada más yo, me duele que haya compañeras y más mujeres que sean afectadas de esa manera. Ojalá llegue un día en que les dé pena, en el queuno que esté al lado de otro le diga 'oye, cálmate, ¿no? Respétala'. Ojalá lleguemos a ese punto en la sociedad donde ya no se junte la bolita a querer, no sé, cualquier mujer que va pasando, sino que les dé pena, porque vienen de una mujer. A veces me pongo a pensar si eso no les pasa por su cabeza, que tienen hijas, tienen hermanas, tienen mamá. Eso ya es parte de la mentalidad que tienen muchas personas.
— Te lo pregunto con mucho respeto: desgraciadamente, hay personas que se refieren a ti y a otras futbolistas de una manera que las convierten en objetos, hablan de cualquier cosa menos de lo que hacen en la cancha. ¿Cómo te hace sentir ese tipo de gente?
— Obviamente es incómodo, ¿no? Obviamente llega un punto donde te incomoda que no te puedas acomodar una espinillera porque ya hacen otro tipo de gesto. Pero trato de hacerlo a un lado, yo sé en lo que estoy. Así lo voy a hablar claro: es mi físico, es mi cuerpo, no lo voy a cambiar, no voy a hacer nada, no voy a ponerme un short súper grande. No me siento cómoda, lo hago porque así me siento cómoda, no por cualquier otro tipo de cosas. No me puedo meter en la cabeza de todos a cambiarles el chip, sé que eso no va a cambiar. Simplemente me estoy enfocando en mejorar futbolísticamente. Quien lo quiera ver de esta manera, está bien. Quien no, pues no me puedo meter en sus vidas a cambiar eso. Simplemente quiero ser futbolista, no estoy para ser modelo. Si hubiera sido modelo no estaría aquí todos los días bajo el sol queriendo hacer cosas. Estoy enfocada en mis sueños como futbolista. Quiero llegar a lograr algo grande como futbolista. Espero en algún momento llegar a ese punto. Te voy a ser sincera: obviamente me duele, porque no nada más soy yo. Sé que soy una de las que está ahí, pero sé de muchas mujeres, y no nada más en el futbol. Toda mujer se siente agredida, se puede decir, pero trato de no enfocarme en eso, trato de sobrellevarlo. Hay mucha gente que va al estadio y realmente te apoya, que siente los colores. He pasado muchas experiencias. Hace poquito, con una niña que lloró. Me quedo con todas esas cosas, siento más satisfacción que malos momentos, disfruto cada que voy a un estadio ver a esa gente que me apoya y me quedo con eso.
— ¿A esa gente que insiste en verte como un cuerpo y no como una futbolista, qué le puedes decir para cambiar esto?
— Como te lo digo, no puedo cambiar la mentalidad de muchas personas. No me puedo meter, sé que así es la sociedad en México, hay que ser crudos, así es. No sé por qué, pero así somos. Sé que está mal. Lo único que les puedo decir es que respeten, que la vida da muchas vueltas, que a lo mejor sus hermanas, alguien de su familia puede estar en una situación similar. ¿Les gustaría verlas de esa manera? No voy a reclamar nada, no voy a decir nada. Simplemente eso: se pide respeto, no solo para mí, sino para todas las mujeres en general, en cualquier circunstancia. En el trabajo, en el deporte, en cualquier aspecto. Simplemente pedir respeto, que sean conscientes. De verdad te digo es gente muy enferma, no sé qué realmente les pasa por la cabeza. Solo les pido respeto, que sean conscientes de lo que hablan. Que también vienen de una mujer y que tomen un poquito de consciencia sobre eso.
— ¿Cómo hacerles entender que lo que eres va mucho más allá de eso?
— No me afecta personalmente. No es como que 'ah, no, voy a ir al estadio y me van a decir cosas'. O no puedo dormir porque la gente me dice cosas. La verdad no me enfoco en eso, te lo juro. De verdad estoy metida en lo mío, sé que no puedo controlar muchísimas cosas. Soy de esas personas que, cuando algo me aflige, me afecta en todos los sentidos. Entonces, trato de quitarme todas esas cosas de mi camino. Realmente no puedo estarme cubriendo todo el tiempo. No puedo hacer muchas cosas al respecto. No le tomo mucha importancia. También soy ser humano. Cuando lo llego a percibir sí me molesta, sí es como '¡ah!'. Pero realmente, en mi vida diaria, no es como que todo el tiempo me estén acosando, que todo el tiempo me digan cosas. Comentarios y eso, trato de no verlos, ni siquiera me doy cuenta de muchas cosas. Muchas veces me mandan las fotos y me dicen 've esto', cuando yo ni siquiera lo había visto. Entonces, es algo que la verdad he sabido sobrellevar. Creo que desde el principio fue así. Desde que empecé creo que todo fue por ese caminito, pero la verdad lo he sabido sobrellevar, lo he sabido controlar. Hasta la fecha no me ha afectado de ninguna forma.
— ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo, cómo sociedad, respetar?
— Creo que viene desde casa, desde los valores que inculcamos. Lo único que puedo decir es que ahorita a los hijos que están en crecimiento es que inculquemos valores desde casa. A mí me enseñaron a respetar, me enseñaron a ver de una manera diferente a las personas. Creo que todo eso es desde casa y lo único que podemos hacer es empezar a cambiar esa mentalidad de nuestros hijos. Que a estas generaciones les inculquemos valores, el respeto hacia las personas, no nada más por ser mujer, también a las personas con discapacidad. Por ejemplo, a las personas que tienen alguna dificultad. A mí eso me lo enseñaron en mi casa y te estoy hablando de que fui de otra generación. Eso viene de casa, es la única respuesta que tengo de por qué la gente no respeta. Lo digo abiertamente. A mí me enseñaron a respetar a todo tipo de personas, si son blancas, si son morenas, si son güeras, si tienen alguna discapacidad, si ven o no ven, de todo tipo; a mí me enseñaron a respetar. Lo único que puedo aconsejar es que inculquemos a nuestros hijos; en mi caso, cuando tenga. Que respeten, que es mejor. Es muy bonito respetar a una persona mayor, poderla ayudar. No sé por qué somos así y por qué pensamos de una manera diferente.
— Hoy mismo se respira un ambiente en el que las mujeres no se sienten seguras, han pasado cosas increíbles, que no se pueden explicar...
— La verdad no sé qué esté pasando en nuestro país para que haya tanto feminicidio. Eso sí me aterra, la verdad. Me aterra muchísimo que no podamos salir. Muchas niñas, personas que están estudiando, por qué se meten con ese tipo de personas. La verdad, no entiendo. Esperemos llegue un punto en el que nos sintamos seguras, tranquilas, en paz, por nosotros y por las personas que vienen creciendo apenas. Que le quiten la vida a niñas de cinco o siete años es muy doloroso. Ojalá que nuestro país cambie, así como hay personas buenas también hay malas. Que cambien esa mentalidad, ojalá que llegue ese punto. Confío en mi país, que va llegar otra vez ese punto donde no se vean tantas cosas. Espero no empeore. Depende mucho de lo que nos inculquen.
— ¿Quieres dejar algún mensaje, Norma?
— Simplemente pedir respeto hacia toda mujer, que no vean nada más un cuerpo bonito, un físico bonito, que vean que hay muchas mujeres inteligentes, muchas mujeres que aportan muchísimo a la sociedad. Muchas mujeres que en sus respectivos trabajos, tal vez arquitectas, cocineras, mecánicas, hay muchas áreas donde hay mujeres que aportan muchísimo. Que no nada más somos un objeto, que no nada más somos un cuerpo, también tenemos sentimientos, también pensamos, también somos seres humanos. Solo les pido de todo corazón que respeten, que todos venimos de una mujer. Que tenemos familia, tenemos hermanas, primas; puedes tener una hija. Cambiemos un poquito, pensemos de una manera diferente y veamos más allá de las personas que solo su físico.
LA LIGA IMPULSA A OTRAS MUJERES
Norma Palafox acaba de regresar a Chivas para el actual torneo, luego de unos meses de ausencia. Se fue para tomar el reto de participar en Exatlón de Estados Unidos. Ahora que vuelve revela que se ha encontrado con muchos cambios positivos en la Liga MX Femenil. Los apoyos van en aumento. Y además, ve el circuito como una plataforma que impulsa a otras mujeres para triunfar en terrenos que mucha gente considera de hombres.
— ¿Qué ha hecho la Liga MX Femenil, desde tu perspectiva, en la búsqueda de esa igualdad tan necesaria en la sociedad actual?
— Creo que la liga ha correspondido durante lo que lleva. Creo que ha ido progresando de una manera muy rápida. Hemos ido dando pasitos muy largos y, la verdad, eso nos llena de orgullo. Habíamos empezado muy desde abajo y ahorita el cambio, con los apoyos por parte de los clubes, es una diferencia enorme. Me fui cinco o seis meses y, cuando regresé, vi muchísimos cambios que, la verdad, me llenan de orgullo al ser parte de este gran sueño, de esta gran historia. La liga está haciendo su trabajo. Claro que todavía no estamos a un nivel en el que sea la igualdad justa, pero estoy consciente de que este es un proyecto que tiene que ir creciendo poco a poco. En lo que va de este tiempo, creo que ha respondido de una manera aceptable. Queremos más, obviamente. Queremos llegar a un punto donde volteen para allá o para acá, que sea de la misma forma, pero estoy consciente de que esto lleva un proceso.
— ¿Cómo ha evolucionado de las carencias que tenían al principio a lo que hoy viven como futbolistas?
— Bueno, cada club tiene sus recursos, cada club empezó con recursos diferentes o los implementó en diferentes cosas. Nosotras, qué te digo, tenemos el apoyo de comidas, el apoyo de casa club, que cuando yo inicié no había. Se nota en los recursos que tenemos para canchas, el cuerpo técnico cómo ha crecido. Ya tenemos una persona para cada cosa y eso es un avance grandísimo. Como lo dices, los sueldos están mejorando poco a poco, el apoyo hacia nosotras, patrocinios. Todo eso tiene que ver y es lo que se espera, ir mejorando poco a poco.
— ¿De qué forma ha colaborado la Liga MX para que mujeres que se dedican a otras cosas vean que sí se puede en un terreno históricamente visto como de hombres?
— Creo que la liga es una plataforma muy importante para impulsar a otras mujeres a hacer cosas “de hombres”, que realmente no son para hombres, pueden ser para ambos sexos. La liga ha demostrado que podemos jugar bien al futbol también, que podemos dar alegrías a la afición de igual manera que los hombres, que damos ese nerviosismo como los hombres. Creo que poco a poco estamos llegando al punto que la gente quiere ver, el que los aficionados al fútbol quieren ver con nosotras. El futbol que es un deporte que estaba muy señalado. A mí me tocó y a muchas de mis compañeras les tocó que el futbol no era para niñas. Era como un círculo muy cerrado que nada más era para hombres. Creo que cualquier mujer ahora puede dedicarse a lo que quiera, son capaces de hacerlo. También se ha visto la sociedad cómo ha venido cambiando. En los trabajos ya puedes ver una mujer electricista y eso cuando, estaba chiquita, ni de broma lo veía. Eso creo que es parte de cómo está cambiando la sociedad y la mentalidad de todos nosotros.
— Cuando niña, sufrías por comentarios originados por el machismo cuando intentabas jugar al futbol, ¿hoy todavía te encuentras con cosas parecidas dentro del balompié femenil?
— Ahorita creo que en este punto de mi carrera, la verdad ya no han tocado ese tipo de temas, ya no he recibido ese tipo de comentarios. Pero sí me tocó en mi infancia y adolescencia muchísimo. Ahora que regreso al lugar de donde soy, que el fútbol no es tan visto, que todavía no es tan común como otras cosas, la verdad me da mucho gusto ver cómo siguen apoyando a las niñas, cómo ya hay más equipos femeniles. Ya ves a muchas niñas queriendo hacer equipos, hay un chorro de niñas queriendo entrenar y entrar a un equipo. Igual la sociedad lo ve de una manera más normal. En mis tiempos, ni cuando se pudieran organizar personas para hacer ese tipo de cosas. Hablo de dónde yo soy y ahora es muy bonito cómo las están apoyando, cómo quieren más equipos de niñas, cómo hay más torneos. A lo mejor se está avanzando de una manera muy lenta, pero la verdad está avanzando y eso ya no es ganancia. Ya no se ven ese tipo de comentarios en la actualidad.
LA MUJER MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA
Norma es Norma gracias a otra Norma. Su madre, Norma Palafox, es la persona más importante. En el Día Internacional de la Mujer, la futbolista recuerda emotivamente a quien le diera vida y educación. “Cómo quisiera que la entrevista fuera diferente, con ella junto a mí”, dice. Las lágrimas fluyen al dejarle un bello mensaje. En septiembre pasado se adelantó en el camino que todos han de recorrer. “Vive en mí, se mudó a un rinconcito aquí adentro”, sentencia.
— En el Día Internacional de la Mujer es inevitable recordar a la que más admiras: tu mamá. ¿De todo lo que te dejó, con qué te quedas?
— Me dejó que su niña vale mucho, que siempre me recalcaba que era una persona muy valiosa. Me dejó todos los valores de ella. Me enseñó a ser una persona muy fuerte, a nunca darme por vencida, siempre lo repito. Gracias a ella y mi tía, que era como mi mamá, me inculcaron a ser esta persona que soy: una persona que no se deja, que por más difíciles que sean las circunstancias, lucha por salir adelante, por cumplir sus sueños. Se lo dije cuando estaba viva, que quisiera educar a mis hijos de la manera en que me educó. Cómo quisiera sacarme todas las cositas que me dejó en la cabeza y ponérselas a mi hija o hijo para que lleguen lejos. Sé que ella dejó esa semillita en mí. Me dicen '¿por qué piensas así? Pues porque en mi casa me enseñaron, porque no había día que mi mamá que no me repetía 'échale ganas, nadie llega solo, nada te cae del cielo'.
El correr de las lágrimas, a un costado del campo de entrenamiento, es inevitable. Tras un respiro, continúa con el recuerdo de la mujer más importante de su vida. “Todo se lo debo a ella, se lo debo a una mujer que me dio la vida, que me enseñó a ser lo que soy. Estoy muy orgullosa de ser mujer, que podré tener hijos para poderles inculcar cosas que me dejó mi mamá. Tal vez no está, pero vive en mí. Simplemente se mudó a un rinconcito aquí adentro, que me sigue a todos lados. Me atrevo a decir que mi mamá fue una excelente mujer, una excelente persona, que ayudaba a muchísima gente, que respetaba a muchísima gente. De ahí es donde viene todo. Yo, al ver eso, simplemente sigo la línea”, explica.
“Puedo decirte que soy un reflejo de lo que era mi mamá, espero no estarle faltando al respeto de alguna manera, pero aquí está su Normita. Creo que si ella no hubiera estado a mi lado, no hubiera llegado a estar aquí expresándoles esto. No tengo muchas palabras, la verdad me cuesta mucho en este momento abrirme. Me duele, es muy difícil. Cómo quisiera que la entrevista hubiera sido diferente, que la hubiera tenido aquí y estar hablando de la mujer con ella a un lado. Mi mamá fue la mejor mujer del mundo, la mejor mamá del mundo. Estoy muy orgullosa de haber tenido una mamá como ella. No me hubieran alcanzado tres vidas para devolverle un poco de lo que me dio. Una de las motivaciones más grandes es seguirla haciendo sentir orgullosa donde está. Que digan que la hija de Norma llegó muy alto”, asevera.
“Me hubiera gustado que me siguiera viendo, pero le prometí y le sigo prometiendo que su hija va a llegar muy lejos. Estoy segura que no es solo esto. Quiero ser una mujer emprendedora a futuro y todo es para ella, para demostrarle que dejó una niña muy buena; que dejó a sus hijos, porque mi primo es como mi hermano, que nos educaron de la mejor manera para ser grandes personas, y que no la voy a defraudar. Sé que me tenía mucha fe en la vida. Le decía: 'No sé cómo, pero voy a ser grande, má'. No sé cómo, si es vendiendo tacos o vendiendo lo que sea, pero voy a ser grande'. Creo que vamos avanzando poco a poquito, estoy abriendo muchas puertas y todo es para ella. Orgullosa de ser su hija. De haber tenido a la mejor mujer del mundo a mi lado”, concluye Norma Palafox.