Semestre de pesadilla para la Liga MX Femenil
En un balompié lleno de polémica, la Liga MX Femenil no ha podido escapar de los males del fútbol mexicano, con varios capítulos vergonzosos.
La Liga MX Femenil es un sueño para muchas mujeres, pero todavía requiere de muchos cambios para dejar de ser una pesadilla en la realidad. Lo que debería ser un esfuerzo por crear algo digno de presumir, con el talento y pasión que existe en el balompié femenil, se ha transformado en una serie de momentos vergonzosos para la liga, jugadoras y aficionados.
En el semestre actual, los equipos han demostrado de manera constante que no creen en el proyecto y que en lugar de una oportunidad, lo toman como una carga, misma que dejan para el final. Así varios episodios han ocurrido, que dejan muy mal parados a los encargados de promocionar, cuidar y llevar el fútbol femenil a un nuevo nivel en suelo azteca.
Adeudos Veracruz
La Liga MX se detuvo ante la falta de pagos en el plantel de Tiburones Rojos. Sin embargo, los medios no voltearon a ver a las jugadoras del plantel femenil hasta que Carlos Salcido, capitán de Veracruz, dio a conocer las condiciones en las que sus compañeras debían trabajar. El mundialista mexicano confesó que las futbolistas no contaban con cuerpo médico, nutriologa o siquiera agua para bañarse tras los entrenamientos o partidos.
Asimismo, las jugadoras tienen un mes sin cobrar y algunas de ellas se han negado a presentar su controversia ante el temor de posibles represalias. Así como el cuadro varonil, se quedaron un minuto sin jugar en su partido con Tigres.
De las canchas al reality
La Liga MX Femenil perdió a algunas de sus figuras, quienes decidieron cambiar el terreno de juego por un sitio en el programa de Exatlón. La primera fue Norma Palafox, una de las futbolistas más populares por su participación con Chivas, sus goles y su característica celebración. Asimismo, le siguieron Melisa Ramos y Pamela Verdirame, quienes jugaban en Tigres y Monterrey, respectivamente.
Ante la falta de un suelo que pueda considerarse digno de una futbolista profesional, debieron buscar una nueva forma de ganarse la vida, decisión que podrían repetir muchas otras si las cosas no mejoran.
Primero a limpiar y luego a jugar
En Tijuana, el duelo entre Xolas y Tuzas se retrasó una hora debido a una falla imperdonable en la organización. Un día antes se había llevado a cabo un concierto en el estadio Caliente, pero a la hora del partido, resulta que nadie se molestó en limpiar el campo y mover las lonas y tarimas que quedaron.
Las propias jugadoras tuvieron que mover el material utilizado la noche anterior para poder competir sobre el terreno de juego, en un momento poco propio de una liga profesional.
Centellas atoradas en el tráfico
Para su juego contra América, la directiva de Necaxa decidió enviar a sus jugadoras en camión a la Ciudad de México, en un viaje que comenzó a las 4 de la mañana. Sin embargo, tras un cierre en la carretera, las futbolistas se quedaron sin posibilidad de avanzar rumbo a su compromiso. Dos horas detenidas y con la casi certeza de perderse su cita en el estadio Azteca.