La evolución: del Cardozo de Querétaro, al de Chivas
El estratega del Rebaño habló del aprendizaje que ha tenido desde que dirigió a los Gallos Blancos, club que le dio su primera oportunidad como DT en México.
Querétaro le abrió las puertas de México como director técnico y por eso le recuerda con cariño. Hace ya algunos años de eso. La evolución es notoria en el técnico José Saturnino Cardozo. Hoy no es el mismo que llegó a los Gallos Blancos para meterlos en la primera Liguilla de su historia. Asegura que ha cambiado, sobre todo en el trato con el jugador.
“Era muy exigente con el jugador, no me gusta hablar de mí (de lo que fue como futbolista), me molesta que se hable mucho de mí. Lo que hice como jugador ya quedó, ya me pagaron y nadie lo va a borrar. No me gusta que la gente hable de mí, incluso si estoy en una reunión me levanto y me voy porque no me gusta. Nunca hablé de mí con los jugadores porque odio compararme con alguien o que me comparen. Sí a lo mejor tenía poco conocimiento para ser entrenador y cometí muchos errores”, explica.
“Aprendí mucho y crecí como entrenador, me ocupo mucho para prepararme día a día, no duermo porque me gusta ver videos, hacer cosas diferentes, convencer a mis jugadores. He cambiado porque tengo muy buena relación con los jugadores y antes tenia poca relación, lo acepto. No es que me creyera, yo me retiré a los 35 porque di todo y el fútbol me dio todo. Me retiré porque no podía dar más, cuando no pude estar al ritmo que quería, me retiré. Nadie me retiró, un día me levanté y dije no juego más. Es difícil hablar de mí, no me gusta. Lo que hice ya quedo ahí la gente te reconocerá, pero no me interesa tanto porque lo que hice en el fútbol, lo hice con mucho amor”, añade.
“Yo amo al fútbol y todo lo que hago es por amor al fútbol. Mucha gente me criticó por ir a los equipos que fui, pero no puedo decir que no, me encanta el fútbol, me gusta entrenar, convencer a los jugadores para que crezcan, que tengan objetivos, porque muchos jugadores no los tienen. Me gusta que crezcan como profesionales y personas. Ahora tengo más comunicación con los jugadores, antes no tenía, era muy cerrado. Mi ayudante tenía el diálogo, ahora he cambiado, seguro fue la experiencia. Por eso agarré equipos que me ayudaran a crecer para estar aquí con un equipo grande, que era mi objetivo”, sentencia Cardozo.
El próximo sábado, se enfrentará a ese Querétaro al que años atrás llegó con poco recorrido como entrenador. La evolución que ha experimentado en los años desde entonces hace que recuerde a los Gallos Blancos con cariño. El fin de semana será su rival y buscará vencerlo, pero la gratitud hacia ese club es permanente por parte del técnico de Chivas.
“Cariño especial a la gente de Querétaro, su afición y directiva que me permitieron venir a dirigir en Mexico por primera vez. Un club que subía y bajaba, tenía problemas de descenso, llegamos y cambiamos esa mentalidad. Lo metimos en Liguilla por primera vez en su historia, después de 62 años, nos tocó a nosotros. Encontramos un buen grupo de jugadores, con hambre de triunfar y se lograron cosas que en 62 años no se habían logrado”, recuerda.
“Agradecido con la gente de Querétaro que me aceptó como técnico, hicimos 26 puntos, entramos en Liguilla, chocamos con el equipo más grande que es Chivas y lo eliminamos, dirigidos por Quirarte. Era un equipo dinámico, que jugaba muy bien, son cosas de futbol que pasan, pero Guadalajara jugó bien, hizo mérito para pasar. En Querétaro habíamos jugado bien y aquí no pasamos la mitad de la cancha, pero logramos el objetivo de no recibir goles gracias a Liborio (Sánchez) que hizo un partidazo. Chivas hizo todo para superar la ronda, pero le faltó lo más importante que era hacer gol”, detalla Cardozo.
“Una Liguilla que nadie pensaba que Querétaro entrara y que no podíamos pelear con nadie. Pero cuando un plantel se convence del trabajo y capacidad puede lograr cualquier cosa. Era un plantel limitado, mis amigos me decían que me iba a quemar, que no iba agarrar otro equipo en México. Cuando llegamos, trabajamos, convencimos a los jugadores de creer en su capacidad y le ganamos a los grandes en el torneo regular. Después, la Liguilla era un premio, donde llegáramos, teníamos que dejar todo para saber que cuando un equipo se convence puede lograr cosas importantes. Nos eliminó Tigres con un gol en contra. Tengo un grato recuerdo de Querétaro y el agradecimiento permanente”, concluye José Saturnino Cardozo.