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10 entrenadores mexicanos que probaron suerte en el extranjero
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Benjamín Galindo
El ex entrenador de Chivas, tras cumplir el rol de director técnico y auxiliar en diferentes equipos, decidió emigrar a los Estados Unidos. En suelo norteamericano, dirigió al Corinthians de la National Premier Soccer League.
Javier Aguirre
El ‘Vasco’ salió de México para hacer una carrera en el fútbol español, misma que comenzó con el Osasuna, seguido del Atlético de Madrid, así como el Real Zaragoza y finalmente en el Espanyol. Más tarde, llegó a los Emiratos Árabes con el Al-Wahda.
José Luis Sánchez Solá
La carrera de Chelís comenzó en la Liga de Ascenso hasta alcanzar un sitio en la primera división. Más tarde llegó a la MLS con las Chivas USA, mientas actualmente es el entrenador de Las Vegas Lights FC de la United Soccer League.
Francisco Palencia
La carrera como entrenador no inició en Pumas. De hecho, el gatillero arrancó su vida en el banquillo en la primera división de Cataluña con FC Sant Cugat, equipo al que dirigió hasta que se anunció su llegada al club universitario.
Jacques Passy
El presidente del instituto Johan Cryuff fue entrenador de Dorados en la segunda división durante tres partidos. Sin oportunidades en suelo mexicano, salió en busca y encontró un puesto en la selección nacional de San Cristóbal y Nieves.
Benjamín Mora
El mexicano nunca recibió la oportunidad de trabajar en un equipo de su país, por lo que el destino lo llevó hasta Malasia, donde es el director técnico del Johor Darul Ta’zmin.
Raúl Arias
Después de buenas y malas etapas dentro de la Liga MX, Arias salió del país para entrenar al Cienciano del fútbol peruano. Su tiempo en Sudamérica fue corto y regresó a suelo azteca.
Carlos de los Cobos
Enrique Meza Jr.
El hijo del Ojitos nunca ha entrenado a un club de México y toda su carrera se ha dividido entre los países de Costa Rica, Guatemala y Perú.
Víctor Manuel Aguado
El ex entrenador del América tuvo su oportunidad con la selección de Guatemala en 2003, pero su labor en suelo centroamericano ocurrió sin pena ni gloria.
