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La goleada de Argentina a Perú, vinculada con el Plan Cóndor
En el Mundial de 1978, los locales necesitaban ganar por cuatro goles y lo hicieron por seis, ante la revelación del torneo: Perú. El resultado se relacionó con la dictadura argentina.
Una goleada que parecía imposible se dio en el Mundial de Argentina 1978 para darle la clasificación al equipo local a la gran final. La albiceleste se enfrentó en el último partido de la segunda fase de grupos a la revelación del certamen: Perú, quien había sido líder de su sector en la primera etapa de grupos.
Además, la Selección de Argentina tenía la necesidad de ganar por diferencia de cuatro goles para superar en esa asignatura a Brasil y acceder al partido por el título contra Holanda.
El resultado fue un contundente 6-0 a favor de los argentinos. Sin embargo, ante la magnitud de la sorpresa surgieron diferentes versiones. Unas apuntaban a que los peruanos habían sido sobrepasados por el escenario; otras, que simplemente fue una mala tarde para los jugadores incas y algunas más señalan una conspiración.
En ese entonces, el gobierno argentino estaba en manos del general Jorge Rafael Videla y hay quienes lo involucran con el resultado al afirmar que Videla estuvo en el vestidor de la Selección peruana previo al partido que se disputaría en el Estadio Gigante de Arroyito y amenazó a los futbolistas del equipo rival y a sus familias en caso de que no aceptaran un soborno.
Otro factor que levantó suspicacia fue que el portero del representativo inca era Ramón Quiroga, argentino nacionalizado peruano, pero además hubo múltiples errores defensivos e incluso los medios de comunicación calificaron como “extraño” el accionar de un equipo que era el favorito.
El polémico resultado también fue vinculado con el Plan Cóndor, una operación en conjunto de las dictaduras latinoamericanas en las décadas de 1970 y 1980.
Esta teoría señala que el 6-0 fue una compensación de la dictadura peruana de Francisco Morales, como pago de un acuerdo anterior entre Videla y Morales en el cual fueron trasladados 13 militantes peruanos presos, de Perú a Argentina, y al menos uno sería arrojado desde un avión en movimiento hacia el Río de la Plata para que no quedara resto alguno. Así solía ejecutar la dictadura argentina entre 1976 y 1983.
Pese a las sospechas, los jugadores peruanos involucrados en ese partido siempre han negado la versión de un soborno.
Lo cierto es que, a partir de ese episodio, los destinos de ambas selecciones fueron completamente opuestos. Argentina consiguió el campeonato del mundo al derrotar a Holanda en la final y comenzó su mejor época con otro título en el Mundial de México 1986, el subcampeonato en Italia 1990, la exportación de jugadores a Europa y la consolidación como un referente del futbol sudamericano.
Por su parte, a la Selección de Perú se le acabó su generación de oro, clasificó al Mundial de 1982 pero no volvió jamás a una justa mundialista hasta la que afrontará en Rusia 2018… ¿Habrá revancha?