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HISTORIA DE LOS MUNDIALES | 32

Roberto Baggio, el héroe que pasó a villano en tan solo 11 pasos

El histórico delantero italiano tuvo una tarde muy negra en la final del Mundial de Estados Unidos 1994

México
Roberto Baggio, el héroe que pasó a villano en tan solo 11 pasos
EFE

Las Copas del Mundo suelen crear grandes historias, las cuales pueden ser dignas de auténticos guiones cinematográficos, pues en cada suceso, siempre suele haber héroes y villanos, quienes son recordados a lo largo del tiempo, ya que sus acciones suelen trascender en la memoria de los fanáticos al deporte más bello del mundo, el futbol.

En este caso, el errar un penal es algo con lo que un delantero convive a lo largo de su carrera futbolística, pero hacerlo en una final de un Mundial, lo hace quedar marcado de por vida y más si su selección pierde la tanda de penales definitoria, para levantar el máximo trofeo que lo acredite como Campeón del Mundo.

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Getty Images

Para revivir una auténtica historia fatídica en una tanda de penales, hay que remontarnos al Mundial de Estados Unidos 1994, pues a la gran Final llegaron Italia y Brasil, quienes tuvieron resultados muy diferentes para instalarse en tan importante partido. En el caso de la Squadra Azzurra, comandada por el histórico Roberto Baggio, tuvo una fase de grupos no muy buena, ya que cayó ante Irlanda, le ganó a Noruega y empató con México en la primera ronda, ya en las llaves definitorias impuso su calidad y venció a Nigeria, España y Bulgaria.

El tan ansiado día llegó, 17 de julio de 1994; el reloj marcó las 12:30 horas y el Rose Bowl de Pasadena, era el escenario perfecto para presenciar una final de Copa del Mundo entre Italia y Brasil. El sol del mediodía arreciaba a plomo, y el número 10 de La Nazionale, Roberto Baggio, era el encargado de llevar a su selección al campeonato mundial.

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David RamosGetty Images

Sin embargo, las circunstancias no le favorecieron al mejor jugador italiano de esa época, pues no llegaba al cien por ciento, ya que en la semifinal se había tironeado, pero aun así, sus cualidades hicieron poner a prueba al portero brasileño Claudio Taffarel en varias ocasiones. Tras disputar intensamente los 90 minutos, el marcador no se pudo inclinar para ninguna selección, por lo que la prorroga hacía mantener las emociones a tope.

Los siguientes 30 minutos del encuentro también terminaron sin goles, así que la final se pondría cardiaca y se tendría que definir desde los once pasos. Las emociones crecían, el palpitar de los corazones tanto de los aficionados y sobre todo de los jugadores se aceleraba, era el momento decisivo de la gran final del Mundial y “Il Divino” Baggio, podía vestirse de héroe con su selección.

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EFE

El primero en cobrar fue Franco Barsei, quien increíblemente la mandó afuera, pero los europeos respiraron cuando Gianluca Pagliuca detuvo el disparo de Marcio Santos. En seguida, anotó Demetrio Albertini, seguido de Romario, luego Alberigo Evani, así como Branco. La tanda de penales se empató a dos, y Cláudio Taffarel le devolvió el favor a los italianos, al bloquear el tiro de Daniele Massaro, a lo que siguió una anotación del capitán brasileño Dunga.

El último disparo para Italia era de Roberto Baggio, la responsabilidad de toda una nación recayó sobre sus hombros, pues pudo ser la máxima gloria, pero terminó en una rotunda vergüenza, “Il Divino”, tomó el esférico, lo colocó sobre el césped y caminó hacia atrás. El tiempo se detuvo por un segundo, sonó el silbato del árbitro húngaro, Sandor Puhl y el italiano tomó carrera, y con la pierna derecha y mucha potencia impactó el balón, pero su disparo fue por encima del travesaño.

Horror total para los italianos, pues "La Verdeamarelha" conseguía así su cuatro título en uno de los momentos más inquietantes de la historia de las Copas del Mundo, el cual ponía a Baggio como el villano principal para los del país de la bota en Estados Unidos 94, algo que acarreó el resto de su carrera.