¿Miedo? Más vale que lo tenga el PSG…
Hoy mes desperté empapado en sudor, con la boca seca, desazonado… En ese sueño tenebroso imaginaba que el PSG nos ganaba 0-3 en el partidazo de este miércoles y en la vuelta nos remataba con un 4-1 inapelable. Pero las pesadillas nunca se cumplen y sé que eso es imposible que ocurra. Me imagino lo sucedido. En mi subconsciente ha influido seguro la falta de respeto que se está teniendo con el Real Madrid antes de esta eliminatoria estrella de los octavos de la Champions. Escuchas y lees a los analistas más reputados y te dan ganas de decirle a Zidane que le comente a sus chicos que no se presenten siquiera en el Bernabéu para el partido del Día de los Enamorados. Pareciera que Mbappé y Cavani llevan tres Champions cada uno (más quisieran), que Neymar acumula cuatro Balones de Oro (no lleva ni uno), que Alves fue el mejor de la Juve en la final de Cardiff (el brasileño se comió un 4-1), que Verratti es el medio centro titular de la Italia que arrollará en el Mundial de Rusia (ni siquiera están clasificados), que Lass Diarra está en el esplendor de su carrera (del Madrid ya se fue en decadencia hace seis años…). Un poquito de por favor, señores. El PSG es un equipazo hecho a golpe de talonario. Pero también lo fue en su día el Chelsea de Abramovich y tuvieron que pasar muchos años hasta que Drogba y Torres le ayudaron a ganar su única Champions en Múnich. El talonario no gana solito los títulos…
Para eso hace falta jerarquía, orgullo de camiseta, legado histórico, galones, una afición centenaria, sabiduría en las grandes citas, falta de vértigo en las conquistas de las cumbres… Todo eso lo tiene el Madrid. Y lo tiene Zidane. Y Cristiano, Ramos, Modric, Kroos, Isco, Keylor o Marcelo. Estos jugadorazos han tenido un año con altibajos y no han estado a la altura de lo que ellos pueden ofrecer, pero darles por muertos antes de la batalla ha sido un error mayúsculo por parte del PSG. Que Neymar se pase tres días de fiesta por su cumpleaños y luego se haga fotos casi desnudo sobre la nieve o tapado por una simple toalla son auténticos boomerang que se volverán en su contra y del propio PSG si el 6 de mazo salen de Europa prematuramente. Se puede ser rico, pero pregonarlo por el barrio contándolo de bar en bar es un ejercicio de alto riesgo. Mientras, el Madrid calla, trabaja en Valdebebas y espera su momento. Que ya ha llegado. Mañana, todos a las 20:45 estáis citados en un Bernabéu a reventar y medio mundo pendiente de lo que pase en el pasto. Se acabaron los fuegos artificiales y las fiestecitas. Llega la hora de los hombres, la de los campeones. O sea, la HORA DEL REAL MADRID.
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