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LIGA MX FEMENIL

Abuelita de Blanca Félix, feliz de ver a su nieta cumplir el sueño


Pachuca - Atlas en vivo: Liga MX, jornada 6

Guadalajara (México)
Abuelita de Blanca Félix, feliz de ver a su nieta cumplir el sueño
César Huerta

El camión trae a 60 personas, pero viene sobre todo cargado de entusiasmo. De ilusión. Y de orgullo por ver a alguien de la familia cumplir con su sueño. Tías, primas, abuela, amigos, todos han hecho el viaje de más de nueve horas, desde Colonia Sinaloa, un rancho de 500 personas en el municipio de Angostura, Sinaloa.

La señora María Sánchez sonríe orgullosa. Viene al Estadio Chivas, igual que el resto de la familia, para apoyar a Blanca Félix. La portera del Rebaño Sagrado, que esta noche enfrenta al Pachuca, por el título de la Liga MX Femenil, tendría importante respaldo en la tribuna. Y en sus ojos se asoma la felicidad de ver a su nieta cumplir el sueño por el que tanto trabajó.

 - ¿Cómo se siente de ver a su nieta cumpliendo su sueño?

- Me dan ganas de llorar y siento que el corazón se me sale de verla. Sé que es su sueño y me encanta verla que está logrando lo que tanto ha querido. Sí me emociona demasiado y me dan ganas de llorar. Y sí lloro, no le voy a decir que no, de la emoción de verla. Trae el escudo de Chivas que tanto quiere y me encanta verla feliz. Lo disfruto junto con ella. Me emociona mucho, me dan siempre ganas de abrazarla.

 - La familia también hace sacrificios en la vida de un deportista. ¿Cuánto le ha costado a usted desprenderse de ella y verla seguir su sueño lejos de Colonia Sinaloa?

- Me ha costado dejarla de ver como la mirada, pero no me ha costado tanto porque ahora está con su mamá. Eso me ha ayudado mucho saber que está con ella y que la siento segura. Ella no es vaga, es muy responsable y eso me hace sentirme más a gusto. Sobre todo saber que está donde ella quiere. Ella quiere llegar un día a conocer a Messi y estar más arriba. Siempre le digo que se le va conceder y ahora verla aquí, veo que sí va llegar si Dios quiere donde ella se ponga la meta.

 - ¿Qué recuerda de ella cuando era pequeña y no la dejaban jugar en equipos de hombres?

- Es que no había equipos de niñas. Hubo una vez uno pero ella no jugaba de portera, hasta ya después como a los ocho años la dejaron, como que dijeron órale pues. Ya la vieron que no tenía miedo, que se lanzaba para allá y para acá, la empezaron a dejar. La cancha estaba a un lado de la casa, tiene pelotas en su recámara que guarda.

 - ¿En Colonia Sinaloa cómo ha cambiado la gente con Blanca y con ustedes su familia?

- Muchísimo están muy emocionados, dicen “por Blanca se va dar a conocer la Colonia y por Blanca se conocerá Angostura”. Hasta en Estados Unidos mis sobrinos, todos están muy emocionados.

 - ¿Cómo vivió la partida de Blanca para seguir su sueño en Guadalajara?

- Yo la vi un fin de semana y para el otro me dijo que se iba a venir. Le dije, adelante, vete. Es lo que ha querido, cómo decirle que no... Me habló y me dijo que no le habían dicho si se iba a quedar. Y yo decía que se quede, que se quede, que se quede, porque qué feo que le hubieran dicho no. Cuando le dijeron que sí, lloré de la emoción. También porque ya no la iba tener cerca, pero yo sola me terapeo que mientras la tenga es lo que importa, porque se me han ido seres queridos.

 - ¿Cuando la ve jugar, recuerda también a su hijo, en paz descanse, que también le gustaba este deporte?

- Sí, mucho. A él le gustaba mucho, por él me gustaba, porque se ponía a verlo, se emocionaba.

 - ¿Cuál fue el secreto para educar a Blanca?

- Pienso que ella ya trae sus raíces formadas de muy abajo, de otras generaciones, porque no sentí que me costó mucho. Y mi edad, tanto camino recorrido: crié seis (hijos) y dos más (nietos). Pienso que eso se me hizo más fácil. Y agradecida siempre con su mamá que me la haya dejado, eso siempre le agradeceré toda mi vida porque la disfruté y la sigo disfrutando junto con ella, que yo la amo. Así estamos muy unidas las dos. Su mamá siempre estuvo en contacto, toda la vida hasta la fecha.