Levante y Valencia siguen invictos tras empatar en el derbi
Es el tercer empate consecutivo de ambos equipos, que siguen igualados en la tabla. Rodrigo adelantó al Valencia en el 31' y Bardhi empató en el 41'.
Muñiz y Marcelino mantienen a su Levante y Valencia invictos en la Liga Santander. Reparto de puntos en un derbi más pasional en la grada que en el césped y en el que los entramados defensivos de los dos técnicos asturianos se impusieron a los recursos ofensivos que manejan en sus plantilla. Rodrigo y Bardhi firmaron los goles en dos de las contadas ocasiones que protagonizaron azulgranas y blanquinegros. Por cierto, segundo duelo en los banquillos entre Muñiz y Marcelino: una 'x' en la quiniela en los dos.
Se intuía que sería un derbi de pizarra y fue la estrategia de Marcelino la que decantó de primeras la balanza a favor blanquinegro. La presencia de Santi Mina de titular en lugar de Simone Zaza, tan sorprendente como comentada entre los pasillos del Ciutat de València en los prolegómenos del encuentro, tenía un porqué, como era la búsqueda de la espalda de la zaga granota. Precisamente en uno de tantos desmarques que intentaron hacer buenos el gallego, Rodrigo, Carlos Soler y hasta Kondogbia, Rodrigo abrió hacia la llegada por banda a la llegada de Andreas Pereira, éste centro y el hispano-brasileño ponía el 0-1.
Corría el minuto 30 y hasta ese instante solo se había visto un remate entre los tres palos. De Carlos Soler tres minutos antes y que había blocado bien Raúl. De hecho, la zaga de Muñiz parecía tener bien controlada su parcela y si algún equipo hacía amén de generar peligro ese era el Levante, que olía a sangre cada vez que profundizaba por la banda de Montoya aunque le faltó colmillo en el área en un par de aciones. Sin embargo, llegó el gol de Rodrigo y tras él los de Muñiz tuvieron unos instantes de zozobra, que pudieron pagarlos caro de no ser por Raúl, que sacó su puño cuando parecía que no había tiempo para ello y repelió un remate a bocajarro de Carlos Soler.
Esa mano de su portero, que evitaba un 0-2, despertó al Levante. Los de Muñiz, entonces, y durante los últimos diez minutos de primera parte, hicieron suyo el balón y las ocasiones. Fue Bardhi, tras centro de Pedro López, quien firmó el empate. Tiene Bardhi ese sello de calidad de los nacidos en los Balcanes. Su control con el pecho y su veloz y preciso disparo lo constataron. Y aún pudo el Levante irse al descanso con ventaja en el mercador, pero Jason llegó forzado y envió por lo alto un rechace de Neto a disparo de Campaña.
El derbi, por cómo se desarrolló tras el descanso, fue una radiografía de las entrañas del Levante y del Valencia. Porque los dos dejaron constancia que ganarles no es sencillo. Defensivamente tienen claras sus funciones y están bien trabajados. Pero, a su vez, los problemas a estas alturas ambos los tienen a la hora de hacer gol. Uno, Muñiz, porque carece de ese delantero indiscutible. De hecho, con la entrada de Samu por Alegría, acabó sin un '9' nato y con Nano y Boateng en el banquillo. El gol para el Levante pudo llegar si hubieran pitado el penalti sobre Ivi y que fue.
A Marcelino, a su Valencia, le falta tiempo. Por más que Parejo intentara meter balones por huecos por donde solo cabían monedas, que es lo que dejaba la zaga granota, al Valencia le falta horas de entrenamiento para generar automatismos, mecanismos para que su segunda línea llegue al área. Su estilo de fútbol necesita de las llegadas de Carlos Soler, Guedes y cía. También, todo sea dicho, por la ausencia en plantilla de un verdadero 'killer'.