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VUELTA A ESPAÑA 2017

Nibali remonta, Contador se hunde y Froome ya es líder

El italiano enlazó en el último kilómetro y ganó la etapa, tras descolgarse en La Comella. El maillot rojo es para el británico. Contador cedió 2:33.

Vincenzo Nibali celebra con la señal del Tiburón su victoria en Andorra la Vella.
AFP

El primer contacto de la Vuelta a España con la gran montaña tuvo un desenlace espectacular. A modo de resumen: Vincenzo Nibali ganó la etapa en Andorra tras una gran remontada, después de haberse descolgado en La Comella; Chris Froome ya luce el maillot rojo al bonificar en el sprint especial y en la meta como tercero; Esteban Chaves fue el único que resistió el ataque de Froome en la última subida; David de la Cruz se aupó como mejor español (segundo en la etapa y segundo en general); Fabio Aru y Romain Bardet andan finos y han venido a la carrera con ambiciosas intenciones; y Alberto Contador se hundió cuando comenzaron las hostilidades y cedió 2:33 minutos. Muchos nombres propios. Muchas emociones.

Nos situamos en el kilómetro 145 de la etapa, a sólo 13 de la meta. El sprint intermedio está situado en Andorra la Vella. Hasta llegar ahí, el pelotón ha tenido que subir los dos primeros grandes puertos de la Vuelta: La Perche (19,5 km al 4,8%) y La Rabassa (13,3 km al 6,8%). Hay escaramuzas, con una escapada de ocho corredores en la que, como casi siempre, se mete De Gendt. Un clásico. La Rabassa se toma las primeras víctimas: Rubén Fernández y Marc Soler, los dos jóvenes que aspiraban a liderar el Movistar. Una pena: la Vuelta y el ciclismo español necesitan su frescura.

Así llegamos a ese sprint. El equipo UAE prepara la llegada. Y de repente… Zas. Froome aparece por la derecha, cruza primero y se embolsa los tres segundos de bonificación. La cosa está clara: quiere el maillot rojo. Hace dos años, camino de Andorra, el africano sufrió una caída y tuvo que retirarse al día siguiente. Un desquite especial.

El siguiente capítulo se encadena sin pausa. Después del sprint arranca la última subida. Es el puerto menos duro de los tres, La Comella (4,3 kilómetros al 8,6%), pero las piernas ya duelen. Por las ascensiones anteriores, por el viento del día anterior… El Sky toma el mando a un ritmo brutal. Los ciclistas se comienzan a descolgar. Una escabechina. Entre los gallos se queda Contador. No va. También ceden Zakarin, Kruijswijk, Barguil… El grupo de cabeza se reduce a una decena de corredores. Los elegidos.

El británico Chris Froome luce el maillot rojo en el podio de Andorra.
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El británico Chris Froome luce el maillot rojo en el podio de Andorra.EFE

Froome no ofrece ningún descanso. Y ataca con dureza. Este año ha cambiado su preparación porque quería llegar más fresco a la Vuelta. Eso aparenta. Sólo un ciclista logra responder a su latigazo: Esteban Chaves, un colombiano abonado a la Vuelta a España. Chaves había jugado al despiste en los días previos, decía que venía fatigado, que acabó muy mal el Tour… Para nada. Ambos coronan juntos. Por detrás, Aru y Bardet, otros dos grandes protagonistas de la Grande Boucle, han logrado relegar a Nibali, que no encuentra la pedalada.

Aru y Bardet se lanzan en el descenso a la caza de Froome y Chaves. Cuatro buenos bajadores. Se agrupan. Ya están en Andorra la Vella. Desde hace rato, las apuestas sólo apuntan al cuarteto. Que si Chaves es muy rápido, que si ojo con Bardet, que si Froome quiere también la etapa… Entran en el último kilómetro. Y entonces la película cambia por completo. Llega un quinteto a su altura con Nibali, con De la Cruz, con Roche, con Van Garderen, con Pozzovivo… El ‘Tiburón’ está enrabietado. Ni se lo piensa. Lanza su ataque lejano, mortífero. Y conquista la etapa. Su remontada es un mensaje a sus rivales: estoy vivo.

En segunda posición cruza De la Cruz, ganador el año pasado y maillot rojo en el Naranco. No puede con la etapa, también tenía ilusión por llegar como líder a su Cataluña natal. Aun así se reivindica a sí mismo y al ciclismo español, justo el mismo día que Contador se ha hundido, que ha llegado a dos minutos y medio. De la Cruz se coloca segundo en la general, a dos segundos de su futuro jefe en el Sky, Froome, que se enfunda el maillot rojo gracias a su tercera posición, que le ha dado otro cuatros segundos de bonificación. El rey ya está en el trono. Pero hay Vuelta. Y muchos nombres propios.