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NL OESTE

Paul Goldschmidt, ese gran desconocido en las Mayores

El primera base de Arizona Diamondbacks está cuajando un año digno de MVP, pero permanece en un segundo plano para el gran público.

Paul Goldschmidt está cuajando otro año soberbio con los Arizona Diamondbacks.
Steve MitchellUSA Today Sports

El béisbol tiene un problema que puede corregir y ese no es otro que el escaso éxito que tiene a la hora de dar a conocer al gran público el número infinito de superestrellas que tiene el pasatiempo nacional. Estamos de acuerdo en que en un deporte que por su propia concepción, la figura de la estrella no tiene la dimensión que en los otros tres grandes en USA, esa incapacidad es muy sangrante cuando se trata de reconocer las proezas que hacen sus estandartes.

No hay otra manera de interpretarlo cuando la ausencia de los Mike Trout, Bryce Harper, Clayton Kershaw u otros prodigios actuales están ausentes en las votaciones populares que se hacen a nivel nacional… y sí se encuentran Babe Ruth o Derek Jeter. Estamos de acuerdo en que se tratan de iconos legendarios que trascienden al propio deporte y que militaron en el equipo más apropiado para obtener fama y fortuna como son los Yankees, pero se debe y se está haciendo un mejor trabajo a ese respecto.

Es aquí donde nos encontramos a Paul Goldschmidt.

Para el aficionado medio de la competición, su nombre puede sonar relativamente, pero no se le confunde con uno de los mejores jugadores del presente, circunstancia que precisamente es la que ostenta y al que le lastra por el hecho de estar en un mercado que no ha brillado con intensidad en los últimos tiempos como el de Arizona.

Pero no nos engañemos, Paul Goldschmidt es uno de los mejores del momento y el motor que está llevando en volandas a una de las sensaciones del 2017, los Arizona Diamondbacks.

De hecho, no sería para nada extraño que se hiciese con el MVP si mantiene su soberbio nivel de rendimiento.

Un valor contrastado

A fin de cuentas, estamos hablando de alguien que ya ha quedado segundo en las votaciones para el premio del más valioso en dos ocasiones: en 2013 perdió ante Andrew McCutchen mientras que en 2015 sólo un prodigioso Bryce Harper evitó que se hiciera con un honor más que merecido.

Precisamente, la nueva presencia de Harper y su compañero de equipo Ryan Zimmerman se perfilan a día de hoy como sus máximos rivales a la hora de conseguirlo, beneficiándose del reparto de votos al igual que ocurre en la carrera por los Oscar cuando dos actores o actrices de la misma película compiten por el mismo galardón, cosa que ha ocurrido y ocurrirá nuevamente en el futuro porque todo está condenado a repetirse en un ciclo sin fin… o no.

A eso se agarra un ‘Goldy’ que es la combinación casi perfecta para la inicial, combinando una potencia, disciplina, capacidad para contactar, velocidad por las bases y guante más que notable. A efectos prácticos, casi el jugador perfecto para el puesto y que, sin embargo, se quedó con muy escasos turnos de bateo en el pasado Clásico Mundial cuando claramente es un jugador muy superior a Eric Hosmer, aunque esa maniobra le salió francamente bien a Jim Leyland por el rendimiento durante el torneo del primera base de los Royals.

Un año mágico

Aparte de batear un .310 con un OPS de 1007, se encuentra a ritmo de lograr otra campaña 30-30, superando esa cifra en home runs y robos de base, algo que dice mucho sobre su dinamismo y algo que sólo Jeff Bagwell y el propio ‘Goldy’ han logrado en esa posición.

Como punta de lanza de un ataque que se sitúa en la cuarta posición empatado con los Yankees en las Mayores y al que se le une una soberbia efectividad de 3.59 como colectivo desde la lomita, normal que el senador John McCain les utilice como excusa para su errática verborrea en una sesión parlamentaria reciente porque se ve obligado a trasnochar para ver a su equipo de béisbol preferido.

Mientras tanto, los D´Backs poseen un récord de 37-25 que les sitúa a dos triunfos de los cada vez menos sorprendentes Colorado Rockies y apenas medio partido por delante de los Dodgers.

Aunque la competitividad del equipo haya llegado un año más tarde de lo esperado por diversos factores, es momento de disfrutar de Goldschmidt y amigos en la persecución de un sueño, aquellos que se forjan en octubre.