La clave para los Yankees se llama Masahiro Tanaka

Hace escasos días me preguntaban por los New York Yankees y sobre si el club sería lo suficientemente valiente (o insensato) para buscar traspasos en el mercado veraniego a cambio de sacrificar a algunas de las promesas emergentes de la organización con el objetivo de reforzar una rotación que no cuenta con el cartel, pero que está haciendo un año francamente bueno… pese a las circunstancias que le rodean.

Sin embargo, sin considerar cualquier operación que pueda traerles a un José Quintana, Sonny Gray, Yu Darvish u otra opción alocada que te podría costar la figura de un Gleyber Torres, Justus Sheffield, Clint Frazier o Jorge Mateo, que es un precio tremendo para cualquier adquisición premium que se precie, la solución se encuentra en casa y se llama Masahiro Tanaka.

Siempre que sean capaces de averiguar lo que le pasa, claro.

Un enigma en sí mismo

El pobre rendimiento del pitcher abridor japonés está siendo uno de los mayores enigmas en las Mayores en 2017 y los Yankees tienen que encontrar una solución a ese problema si quieren mantener la posición actual de privilegio al frente de la División Este de la Liga Americana.

En la actualidad, Tanaka cuenta con el récord de 5-6 y una de ERA de 6.55, números impropios de un pitcher de primerísimo nivel como es el caso, pero cuyas espantosas actuaciones una vez cada cinco días amenazan con tener un efecto catastrófico sobre las opciones de los Bombarderos del Bronx.

No hace mucho, Tanaka tuvo una campaña fabulosa en 2016, con un récord de 14-4 y ERA de 3.07 a lo largo de 199 entradas, lo que le convirtió en un aspirante al Cy Young, premio con el que se tuvo que conformar con la séptima posición y logrando que los Yankees tuvieran un récord de 23-8 cuando le tocaba lanzar y 61-70 cuando lo hacía otro miembro de la rotación.

Una potencial llegada a la agencia libre

Con este curriculum y con la posibilidad de ejecutar su cláusula de escape tras 2017, Tanaka podría postularse como uno de los abridores más atractivos del mercado junto a Jake Arrieta y a Yu Darvish.

Sin embargo, su pobre rendimiento este nos lleva a pensar que el japonés no va a declararse agente libre y renunciar a 67 millones de dólares garantizados hasta 2020. Vamos, ni en sueños.

Y no, ni siquiera parece que la varita mágica pertenece en exclusiva a Austin Romine, cuya ERA cuando se encuentra tras el plate es de 3.19 mientras que con Gary Sánchez es de 11.57, lo que resulta muy llamativo.

Todo esto nos lleva a preguntarnos, ¿qué demonios le pasa al nipón?

La respuesta parece bastante más complicada de lo que parece… o permanece como un misterio para los Yankees.

Motivos de alarma

En principio, se podría pensar que Tanaka se encuentra lesionado y puede que sea cierto, porque recordemos que está lanzando con una rotura parcial del ligamento ulnar de su codo derecho y con cada envío con efecto (slider, splitter, curva) que realiza, ese brazo sufre y es una auténtica bomba de relojería.

¡Todavía se recuerdan las exigencias desde diversos medios neoyorquinos que pedían la Tommy John para ayer!

Sin embargo, cuando hay algún problema físico hay dos factores a tener en cuenta y que pueden darnos pistas. El primero es la pérdida de velocidad en su recta y eso no ocurre para Masahiro, que promedia 91.2 en 2017 frente a los 92.0 de 2016. Bajada, pero no preocupante. Lo siguiente es la falta de control y sí es verdad que su control es peor respecto al año pasado, aunque la clave está en que cuando es bateado, lo hacen con dureza.

Puede que el FIP, que elimina factores externos y que puede ser una estadística más fiable que la ERA sea algo menor, y que haya tenido especialmente mala suerte, pero en resumen, Tanaka ha estado fatal. Realmente mal en 2017.

De hecho, la situación ha cambiado y en lugar de ser una roca para el club, han sido los otros miembros de la rotación, con mención especial al reinventado C.C. Sabathia, quienes están manteniendo a flote esta embarcación. Cuando Tanaka lanza, los Yankees tienen un récord de 5-7 mientras que con el resto es 27-16 con una ERA de 3.60.

El mundo al revés, pero así son las cosas en 2017.

Sin embargo, los Yankees cuentan con tiempo y recursos para corregir esta situación y puede pasar con un tiempo entre bambalinas para Tanaka que le permita estar alejado de los focos mientras recupera sensaciones y, más importante si cabe, confianza.

Los Yankees no necesitan cometer ninguna locura de cara en verano, pero el reloj ya está en marcha y la fecha del 31 de julio no queda excesivamente lejos.