Terapia de Ramos para la 12ª
Sergio Ramos pasó los días libres concedidos por Zidane junto a Lucas Vázquez y Keylor Navas, repitiendo la liturgia de la Undécima.
Un rincón paradisíaco. En la piel de toro hay cientos y cientos. Pero si el que dirige la excursión es Sergio Ramos, toca ponerse de pie. Todo lo organizó el soberano capitán del campeón de la Liga 33. Lo de capitano queda para su amigo Francesco Totti, que a la misma hora estaba recibiendo en Roma el homenaje soñado por cualquier futbolista que aspira a dejar huella.
El de Camas reunió en un privilegiado lugar costero de España a Keylor Navas y a Lucas Vázquez, con sus respectivas parejas, para hacer piña y unir lazos emocionales con dos jugadores que pueden tener su peso en la final de Cardiff. El costarricense porque es el que debe parar las acometidas de Higuaín, Dybala, Alves y Mandzukic. Y encima con la alargada sombra de David De Gea sobrevolando sobre sus guantes imantados desde que su orgullo tico le ha vuelto a convertir en un porterazo de bandera. Keylor es un gato. Y tiene siete vidas. Profesionales, se entiende.
Lucas es el comodín de la baraja. No está pero damos por descontado que irrumpirá en la final del sábado para liarla parda. En Milán ya dejó claro su legado. Tiró el primer penalti y jugueteó con la pelota como si estuviese en el Trofeo Costa del Sol en una final ante el Fulham. Gallego osado. Y con mucha personalidad.
Ramos repitió esta liturgia hace un año, con la misma lista de invitados, a la que se unía por entonces Luka Modric. Faltó el croata esta vez. Pero tanto Keylor como el canterano unieron voluntades con su ‘jefe’ de tropa. Ramos mueve los hilos en un vestuario que calla cuando él levanta la voz. Fue la brújula de la Décima (gol heroico en el 93’), de la Undécima (gol que abrió la lata ante el Atleti) y va a por la Docena. El conjuro está en marcha...
