Pumas sale vivo del Estadio Jalisco tras empatar con Atlas
Con un equipo mermado por las lesiones, los Auriazules consiguieron rescatar la igualada aunque siguen fuera de Liguilla.
El fútbol brinda segundas oportunidades. En cuestión de días, el portero de Pumas pasó de la vergüenza de un error grotesco, al orgullo de una noche en la que ha salvado a su equipo una y otra vez. La redención de Alfredo Saldívar. Suficiente para que la UNAM rescate un punto del Estadio Jalisco, tras empatar 1-1 con Atlas.
Duelo pendiente de la décima jornada. Mucho trabajo para el guardameta universitario. Minuto 13. Matías Alustiza controla en el área. Tropieza. Se levanta. Recorta. Dispara cruzado. Potente. Saldívar desvía con la pierna izquierda. La redonda queda para el cabezazo de Brayan Garnica. El guardamenta se queda el balón.
Atlas insiste. Ofende sin descanso. Media vuelta de Matías Alustiza, dentro del área. El esférico viaja potente. Saldívar tapa. Para su pala fortuna, el rebote queda ahí. La defensa no reacciona a tiempo. Clifford Aboagye estira la pierna. Empuja el 1-0, al ’15. Es el primer gol del africano con la camiseta rojinegra.
Pumas no encuentra la forma de reaccionar. Pero el arquero impide que la desventaja crezca. Martín Barragán enfila solo. Entra al área. Decide definir y no servir. Alfredo Saldívar tapa, al ’18. Y tres minutos más tarde, Alustiza roba la redonda en plena salida visitante. Queda solo. De nuevo, el guardameta se tiende ante el remate. Salva a Pumas.
La UNAM logra al fin asentarse sobre el césped del estadio Jalisco. Bryan Rabello alcanza una pelota profunda, por arriba, que lo deja de frente ante el arquero. Pero Miguel Fraga sale a tiempo y tapa el disparo visitante, al ’28. El primer aviso de que Pumas está de regreso.
Tan solo un minuto más tarde, Rabello desborda por el costado izquierdo. El centro es raso. Fuerte. Al área chica. Matías Britos se adelanta a la marca. Patea de primera. Al fondo. Gol visitante. Los aficionados universitarios festejan en la tribuna del Jalisco.
Para la segunda parte, Matías Alustiza, adelante del medio campo, levanta la mirada. Ve adelantado al arquero visitante. Intenta desde ahí. La pelota baja peligrosamente. Alfredo Saldívar recorre metros hacia atrás. Vuela. De un manotazo, manda a tiro de esquina, al ‘59.
Vive una gran noche el portero. Al ’72, es Javier Salas quien queda solo. De nuevo Saldívar tapa con los pies. Salva a su equipo. Pumas también tiene sus oportunidades. Jesús Gallardo aprovecha la mala marca y conecta de cabeza, dentro del área, pero la redonda revienta el poste, al ’75.
El final es de ida y vuelta. Un partido abierto. Dos equipos en busca de la victoria, único marcador que realmente les ayuda en la aspiración de calificar a la Liguilla. Matías Alustiza, por izquierda, dispara raso. La redonda parece viajar en cámara lenta, hasta chocar con la base del poste, antes de abandonar el campo, al ’81.
Y la UNAM tiene la última para llevarse los tres puntos. Atlas pierde la pelota en área propia. La diagonal retrasada deja solo a Javier Cortés. Con tiempo. Con espacio. Con el arco de frente. Pero el golpeo es deficiente. Remata sin fuerza. Fraga recuesta y tapa, al ’82.
No hay más. El marcador permanece. El 1-1 ha estado cargado de emociones. Para Atlas, el punto como local es malo. A Pumas le disgusta menos. Y para el arquero visitante es oxígeno puro luego de un grave error en el partido anterior. Es la redención de Saldívar.
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